Música | Jordà Barceló-DJ Barolec Mejor DJ mallorquín de música techno

Jordà Barceló-DJ Barolec, el mejor DJ mallorquín de música techno: «Es bajando a la pista donde realmente puedes saber lo que la gente quiere escuchar»

Jordà Barceló-DJ Barolec (Manacor, 1983) ha sido premiado como el mejor DJ mallorquín de música techno en los primeros Mallorca Electronic Music Awards (MEM) celebrados en el teatro Xesc Forteza de Palma este pasado miércoles

El DJ 'manacorí' posa con el premio conseguido esta semana.

El DJ 'manacorí' posa con el premio conseguido esta semana. / S. Sansó

Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

¿Qué ha supuesto para la música electrónica mallorquina la creación de unos premios anuales?

Los premios MEM han hecho que se reconozca institucionalmente que la música electrónica también es cultura. Y eso es muy importante para equipararla con las demás.

Usted prácticamente empezó a pinchar con el boom del techno en Mallorca.

Podría decirse que aunque la música electrónica es anterior a los años 90, aquí empezó a pegar fuerte a partir de la escena de discotecas. La experiencia de ir a una sala para ver a un DJ no se popularizó hasta hace 30 años, con el house y el techno.

Lo suyo también fue precocidad.

Pinché por primera vez de adolescente en el Carreró de Portocristo, que era el lugar donde te iniciabas en la marcha nocturna si eras de la zona de Manacor. Antes recuerdo que fue en el pub Golf donde decidí que eso era lo que quería hacer, cuando vi llegar al DJ Mario Álvarez como una estrella y con un amigo que le portaba las maletas, pensé: ‘¿Qué es esto?’. Pinchaba un house underground que no se escuchaba mucho en esa época. La gente subía a los bancos de piedra que había en el local para ver mejor lo que hacía, los scratches. Poder dominar la pista así es increíble.

¿Era fácil encontrar material con el que pinchar?

No mucho. Recuerdo que iba de Manacor a Palma con una moto de 49 cc solo para eso. Allí empezaban a llegar los primeros discos a Tocata o a Discos Oh! de Juan Campos, o a Virus de la calle Aragón. Ángel Costa o Isaac Indart eran los nombres de moda. Patinar, comprar discos, la PlayStation… Moto, pinchar y tener novia era a lo que los jóvenes de mi entorno aspirábamos. A un amigo le compraron un tocadiscos por haber sacado buenas notas; luego a otro, y así logramos ir de casa en casa probando y organizando las primeras fiestas privadas.

Deme una pequeña clase, ¿cuáles son las diferencias sustanciales entre el house y el techno?

El house proviene más que nada del funky y va a 123 beats por minuto (bpm), es más lento, armónico e instrumental. Mientras que el techno es más rápido, contundente e industrial, por decirlo de alguna manera. Proviene de Detroit, donde la industria era muy potente y el ruido de las máquinas influenció el sonido.

¿El techno es cada vez más rápido?

Si tienes 17 o 18 años y te encierran en casa por una pandemia, cuando sales quieres vivir rápido todo lo que te has perdido. Por eso creo que ahora el sonido es más revolucionado y contundente. Velocidad y dureza... es más hardcore.

Volvamos al Carreró, ¿en qué pub empezó a pinchar de verdad?

En el Carreró formamos un grupo de colegas. El primer lugar donde confiaron en nosotros fue en el pub s’Òliba Club, donde Miquel Gallego nos permitió pinchar vinilos un viernes. Con la primera fiesta vio que eso funcionaría bien y pronto trajo también a otra gente importante de la escena balear.

DJ Barolec en plena acción.

DJ Barolec en plena acción. / S. Sansó

¿De dónde viene su nombre artístico?

Barolec viene de girar las últimas letras de Barceló, que es mi apellido. Lo ‘copié’ de DJ Marc Marzenit... un día le pregunté si era francés. Se rió y me explicó que en realidad se llamaba Martínez. Busqué Bartolec en Google y no había nada, así que supe que sería mi nombre como DJ. Barolec es mi estilo más pausado, para que me reconozcan como tal. Al principio me hacía llamar simplemente Jordà; pero en muchas fiestas me hacían pinchar en las primeras horas, lo que requería ser más tranquilo. Así que para no confundir al personal adopté este otro nombre.

¿Lo suyo es vocacional?

Totalmente, en realidad lo hago porque disfruto. He pensado en dejarlo más de una vez... pero es lo que más me gusta. Es la fórmula para que también disfrute la gente que me escucha. Realmente diría que soy más clubber que DJ. Es decir, disfruto casi más estando en la pista que en la cabina. Porque desde abajo puedes notar lo que la gente pide y lo que más le gusta. Es imprescindible adoptar ese lugar de vez en cuando para no perder el contacto, para tener ese feedback.

¿Es inevitable relacionar la música con las drogas o es un estigma?

Cuando pinchas tienes que ir sobrio y sabiendo lo que haces; de lo contrario, es imposible mantener siempre el mismo nivel. Es cierto que en el mundo de la música electrónica hay drogas, pero las hay en todas partes... lo que pasa es que estamos más estigmatizados porque somos un estilo donde eso nunca se han ocultado, a diferencia de otros. Algunos siempre nos han señalado con el dedo mientras tienen la otra mano en el bolsillo. También porque es un estilo musical muy físico, que requiere cierta resistencia, de ahí que el consumo pueda tener más ‘lógica’.

¿Su profesión es compatible con una familia? 

Mire, de joven era muy cabezón y si tenía que dejar comidas familiares por la música, por ejemplo, las dejaba. Era mi prioridad. Y eso al principio crea dudas y poca empatía en muchas personas que están a tu alrededor. El hecho de trabajar por la noche influye, claro que sí... pero es eso, un trabajo. También hay bomberos o policías que tienen horarios nocturnos y tienen derecho a tener una vida familiar, no?. Es cierto que yo estoy siempre en contacto con gente que está de fiesta, pero yo en esos momentos estoy trabajando. Este reconocimiento ha supuesto que familia y amigos me vean de otra forma y eso es de agradecer.

¿En qué estado de salud se encuentra la escena electrónica mallorquina en estos momentos?

¡Ahora la escena está más viva que nunca!, nada que ver con los tiempos de la Guerra de Irak, y del presidente Aznar, por ejemplo… Lo recuerdo porque aquel año 2011, hubo muchos fines de semana sin ni una sola fiesta de música electrónica en toda la isla! Lo que pasa es que ahora tal vez es más importante tener una marca propia que ser bueno. Antes pesaba más la técnica; ahora además tienes que ser especial.

¿Se puede ser demasiado viejo para ser DJ?

-¡Nunca se es demasiado viejo! Mire a Jeff Mills, que prácticamente fue el inventor del estilo y todavía está en activo. n

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