Crisis de gobierno

El alcalde de Calvià echa a un director general nombrado por Vox y éste responde: "El cese es una provocación del PP contra nosotros"

Fernando Palmer, quien era director general del Ayuntamiento con varias áreas bajo su mando, ve su destitución como una «provocación» y constata que las diferencias con el PP se extienden a los presupuestos de 2025

Fernando Palmer

Fernando Palmer

Iñaki Moure

Iñaki Moure

El alcalde de Calvià, Juan Antonio Amengual (Partido Popular), firmó el pasado lunes la destitución del director general de Policía, Protección Civil, Mantenimiento, Transportes, Movilidad, Servicios Urbanos y Mundo Rural, Fernando Palmer, quien era un cargo de confianza dentro de la cuota de poder de Vox en el Ayuntamiento, donde se encargaba también de representar a este partido en las negociaciones de los presupuestos.

La destitución se notificó el mismo día en que PP y Vox escenificaban en el pleno sus diferencias sobre el proyecto de centro de menores migrantes no acompañados en Calvià vila, si bien fuentes municipales subrayaron ayer que la decisión no estaba vinculada con estas diferencias políticas.

En declaraciones a este diario, Palmer sí que vio su cese como una «provocación» por parte del PP y constató que la tensión con sus socios de gobierno no se limita a sus diferencias sobre el centro de menores, sino también a otras cuestiones clave, como los presupuestos municipales.

Palmer es uno de los pesos pesados dentro de Vox Calvià. A principios de legislatura, fue nombrado gerente del Instituto de Formación y Ocupación de Calvià (IFOC). Como él mismo explicó, hace un par de meses, el partido le pidió coordinar sus áreas de gobierno en el Consistorio, como director general. Desde ese puesto, se ha encargado de negociar los presupuestos con el PP. Esa negociación, dijo, no estaba siendo precisamente fácil.

«Reuniones tensas»

«Las reuniones han sido tensas. No nos ponemos de acuerdo con los presupuestos. Nos acusan de que no queremos pactar nosotros. Y nosotros les decimos: ‘Cómo queréis pactar, si no tenéis las formas adecuadas’. No nos dan toda la información. La sensación es que ellos no quieren pactar y buscan el choque, buscan que rompamos. Está pasando también en muchos otros municipios, incluso a nivel nacional. Da la sensación de que es algo planificado para romper, provocándonos. Y luego señalarnos», arguyó.

Palmer consideró que el detonante último de su cese fue la iniciativa política de Vox de ampliar el servicio de comida a domicilio que presta la Llar de Calvià para que llegase también al colectivo de discapacitados. «El PP no quería [ampliar el servicio]. Les dijimos que, antes de quitar esto, podían quitar partidas para algún concierto, ayudas a empresas que hacen conciertos... Esto para nosotros era una línea roja», detalló.

Palmer explicó que este lunes le llamaron del Ayuntamiento para ordenarle la retirada de la licitación de este servicio. Él se negó y, a continuación, fue destituido. El ya ex director general aseguró que en Vox «están en shock» tras su destitución fulminante y agregó que están valorando cómo reaccionar ante lo que consideran una «ruptura del pacto».

«Ambiente duro»

Remarcó que éste no era un hecho aislado y apuntó que, cuando empezó como director general, ya notó que había un «ambiente duro y de presión brutal» contra Vox por parte del PP.

En este sentido, recordó cómo se presionó desde la parte del gobierno del PP al anterior gerente de la Llar, Joan Caimari, hasta que acabó siendo destituido. Llegaron a presionarle, según este relato de los hechos, con la elaboración de «un informe de responsabilidades penales».

Respecto al centro de menores migrantes previsto en Calvià vila, Palmer negó que Vox haya provocado la alarma vecinal. «Nosotros no hemos encendido al pueblo, el pueblo se ha encendido solo. La gente de Calvià vila está muy preocupada. El PP nos ha engañado diciendo que ellos no sabían nada y han engañado al pueblo. Ellos saben que ésta es una línea roja de Vox, que está en contra de la inmigración ilegal. No queremos ser cómplices de esto», aseveró.

Ante los comentarios de ediles del PP criticando a Vox por incitar a una cacerolada por este tema, Palmer negó que haya sido así. «Nos llegó que había muchos colectivos que querían hacer una cacerolada. Las caceroladas no han partido de Vox. Si la gente quiere ir con cacerolas, es libre para hacerlo», aseguró.

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