El proyecto de reforma de la plaza causa alarma en Lloseta

Partidos y entidades como Arca piden que se mantengan las actuales características y el Ayuntamiento asegura que no hay nada decidido

Imagen de la Plaça d'Espanya de Lloseta.

Imagen de la Plaça d'Espanya de Lloseta. / Arca

Joan Frau

Joan Frau

Lloseta

El proceso de reforma de la Plaça d’Espanya de Lloseta está generando polémica en la localidad del Raiguer. Buena parte de los residentes rechaza el anteproyecto presentado al Ayuntamiento por un arquitecto porque, según denuncian, supondrá rebajar el nivel de la plaza varios metros, lo que cambiaría completamente la fisonomía de este enclave proyectado por el arquitecto Gabriel Alomar entre los años 1940 y 1942 y que, según denuncia este jueves la asociación Arca, «aporta una solución efectiva al desnivel del pueblo en esta ubicación». 

La entidad conservacionista reclama que se mantengan las características actuales de la plaza de Lloseta porque la ejecución de este proyecto implicaría una «despersonalización por la pérdida del valor histórico de los últimos 80 años», así como una variación del nivel con respecto a los vecinos jardines del Palau d’Aiamans. También apunta posibles problemas en las corrientes de agua, la pérdida de la memoria colectiva y la «altura desproprocionada» que presentaría la iglesia si la plaza reduce su nivel. 

Hace unos días, El Pi de Lloseta también denunció que la realización del proyecto que ha trascendido supondría «enterrar la plaza dentro de un hoyo». «Es una plaza histórica para los ‘llosetins’, no entendemos por qué el Ayuntamiento quiere rebajarla cinco metros de altura», afirmó el portavoz de El Pi, Tomeu Ripoll.

No obstante, la alcaldesa de Lloseta, Angelina Pérez (Més), asegura que todavía no hay nada decidido y que el Ayuntamiento no ejecutará una reforma que no sea aceptada por los vecinos y vecinas.

Pérez explica que el proyecto de reforma del cual se está hablando tanto estos días es el único que se ha presentado en el concurso de ideas arquitectónico abierto por el Consistorio para mejorar la plaza en base a una subvención de 385.000 euros concedida por el Consell. La alcaldesa confirma que el diseño presentado rebaja el nivel de plaza para equipararlo al de la calle Guillem Santandreu.

Pérez explica que el proceso está en la primera fase y lamenta que se hayan difundido unos planos «obsoletos» para alarmar a la población. La regidora garantiza que antes de decidir el proyecto definitivo de reforma se consultará a la población. «No queremos herir la sensibilidad de la gente», concluye.

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