Fiestas

Binissalem exhibe creatividad a través del desfile de carrozas por las fiestas del Vermar

Participantes en el tradicional desfile

Participantes en el tradicional desfile / Jaume Canut

La edición número 42 del desfile de carrozas contó con 71 inscripciones, todas de gran vistosidad. Un año más, se ha superado la cifra de setenta, aunque aún no se alcanza el récord de 79 inscripciones registrado en 2011. 

Las carrozas se distribuyeron en tres categorías: 27 competían en la categoría Tradicional, con cinco premios de 900, 700, 500, 300 y 100 euros; 20 en la categoría Original, también optando a los mismos premios; y 24 en la categoría de Pequeñas Carrozas, donde los premios fueron de 500, 400, 300, 200 y 100 euros.

Este evento es, sin duda, uno de los más esperados de las Festes des Vermar, en parte porque participan personas de todas las edades: niños, jóvenes, adultos, personas mayores e incluso familias enteras. 

Los participantes lucen el tradicional traje de pagès o pagesa, que es una seña de identidad del evento en Binissalem. El desfile destaca por su creatividad, la imaginación en los montajes, y los mensajes o reivindicaciones sobre temas actuales, lo que le confiere un ambiente festivo y bullicioso.

El desfile comenzó por la tarde, partiendo desde el polígono industrial en dirección a la plaza de la iglesia, donde se concentra la mayor parte del público. Luego, continuó por las calles exteriores para asegurar una circulación fluida, con la colaboración de la Policía Local y Protección Civil. El recorrido terminó nuevamente en la zona del polígono.

Requisitos de seguridad

En cuanto a la normativa, según Bartolomé Martorell, uno de los responsables de la organización y joven impulsor de este evento desde los años ochenta, se mantienen los requisitos establecidos en las últimas ediciones. Esto incluye que los vehículos cuya plataforma supere 1 metro de altura desde el suelo deben contar con una barandilla de al menos 1 metro de altura, soportes homologados y travesaños rígidos. Además, las plataformas de gran longitud no pueden exceder los 10 metros de largo por 3,5 metros de alto, sin contar la cabina del conductor.

Este desfile sigue siendo un reflejo de la tradición, el arte y la creatividad de los habitantes de Binissalem

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