Fiestas

Festes des Vermar: Así ha vivido Binissalem su tradicional 'Sopar a la fresca'

Unas 18.000 personas se dan cita a una de las noches más esperadas de las Festes des Vermar

Los ‘fideus de vermar’ y el vino de Binissalem volvieron a ser los grandes protagonistas en los centenares de mesas que ocuparon gran parte de las cerca de setenta calles que dieron vida a una nueva edición del tradicional ‘Sopar a la fresca’. Sin duda, la noche más elegante de las Festes des Vermar. Una noche a la que los vecinos dedican un buen número de horas de trabajo para que sus mesas ofrezcan la mejor imagen. Sacan sus mejores manteles y vajillas, y lo decoran con todo tipo de detalles relacionados con el tema de la vendimia; en este sentido, cabe recordar que el Ayuntamiento volvió a convocar el concurso de ‘taules engalanades’, un acto que tuvo una gran aceptación. Y a todo ello hay que sumarle que, en muchas de esas calles, los vecinos también sacan utensilios y objetos de gran tamaño relacionados con el ámbito vitivinícola como pueden ser botas, toneles, ‘portadores’, vestimentas antiguas o incluso botellas de gran tamaño diseñadas por ellos mismos. Escrita en un cartel, en alguna calle del pueblo también se puede leer alguna ‘glosa’ dedicada a la fiesta; es importante recordar que el tema de las ‘gloses’ guarda una estrecha relación con aquellas vendimias y festejos de los años cuarenta y cincuenta.

Comensales

Se calcula que cerca de unas 18.000 personas se dieron cita en el ‘Sopar a la fresca’. Cabe indicar que la asociación de la Tercera Edad, que se encargó de vender las botellas de vino que en esta edición habían aportado las bodegas José Luis Ferrer, Vins Nadal, Can Fumat y Can Verdura Viticultors, despachó 2.334 unidades al precio de dos euros cada una. Una botella por cada seis personas. Unas cifras que dan un resultado de 14.000 personas, a las que hay que sumar todas las que no beben vino, empezando por los menores de edad que, entre residentes e invitados, son muchísimos, y por otro lado, los numerosos vecinos que sirven su propio vino. Así pues, sacando cuentas, la asistencia se mantendría muy parecida a la anterior edición, en esas citadas cerca de 18.000 personas.

Pero, sin duda alguna, la noche del ‘Sopar a la fresca’ se resume en ese famoso eslogan popular que tantas veces ha caracterizado a Binissalem como es ‘fer poble’. Todo acompañado por sus tradicionales ‘fideus de vermar’ y por sus excelentes vinos locales. La bulla social no faltó y el ambiente estuvo amenizado por el acompañamiento musical de unas doce parejas de ‘xeremiers’.

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