El alcalde de Bunyola, Juan Antonio Riera, renuncia al cargo y le sustituirá Maria Antònia Serralta

El rumor que corría por Bunyola desde hacía unos días se materializó este martes por la tarde. Apenas superado el primer año de mandato, el alcalde Juan Antonio Riera, del Partido Popular, comunicó su renuncia al cargo esgrimiendo «motivos personales». Su sustituta será Maria Antònia Serralta, que hasta ahora era teniente de alcalde de Cultura, Fiestas, Educación y Juventud. El PP, con cuatro concejales,gobierna en coalición con SOM avi-El Pi (tres ediles), que el pasado mayo ya advirtió de su descontento con la gestión municipal.

Esta decisión se dio a conocer en una junta local del PP que se celebró por la tarde y de la que los populares informaron mediante una nota de prensa en que recalcaron que la coalición de gobierno «.seguirá en las mismas condiciones» con la elección de Serralta como nueva alcaldesa de la localidad. Su nombre, comunicó el PP, fue propuesto a la junta local y obtuvo un «apoyo unánime».

El acuerdo de gobernabilidad establecía que el Partido Popular, además de ostentar la alcaldía, gestionaría las regidurías de Tercera Edad, Economía, Urbanismo, Fiestas, Educación, sa Comuna, Sanidad, Servicios Sociales, Intervención, Policía y Juventud. SOMavi-El Pi dirige las áreas de Personal, Deportes, Medio Ambiente, Comunicación, Mantenimiento, Comercio y Turismo

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Agradecimiento a Riera

Reforzando la idea de que ha sido una transición pactada entre ambos socios de gobierno en Bunyola, tanto el PP como SOMavi-El Pi agradecieron el trabajo de Riera durante estos meses «por haber liderado la gestión en el municipio». Mientras, Riera, en declaraciones recogidas en una nota de prensa, agradeció a su vez la confianza depositada en él «por los ciudadanos de Bunyola, por el PP de Balears, la junta local del municipio y por los socios de gobierno». 

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Este aparente ambiente de concordia en el adiós de Riera al Ayuntamiento contrasta con la crisis que se vivió el pasado mes de mayo, cuando SOMavi hizo público su malestar contra el alcalde por su gestión municipal. 

«Los plenos se han convertido en un auténtico despropósito. El alcalde toma decisiones unilateralmente y pisotea continuamente nuestras áreas», llegaron a afirmar desde esta coalición.

A partir de ahora, Serralta asumirá la alcaldía del Ayuntamiento, con varios retos por delante, como los problemas en el suministro de agua, que obligaron el pasado mes de junio a adoptar medidas que incluyeron limitaciones en el consumo.

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