Lletra menuda: El enfoque parcial de la dispersión

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Se ha demandado por activa y por pasiva a las instituciones que pongan orden, control y mesura a la expansión de parques fotovoltaicos que salpican la geografía insular. El Consell comienza a mover placas con un primer tanteo a los ayuntamientos que circundan Palma y ya habla de coordinación amable porque va a expandir tal familiaridad con el resto de consistorios de Mallorca. La propuesta es modificar el Plan Territorial para poder cederles el trámite y autorización de los parques solares de un máximo de cuatro hectáreas. Los mayores y los que dependan de la concesión de interés general, se quedan para el Govern.

De consumarse, la cesión al ámbito municipal, aparte de un mayor agobio para los municipios pequeños escasos de recursos, de no estar envenenada, resulta deformada porque se queda en lo parcial. Tal como se plantea, abrirá la vía a la superposición de parques fotovoltaicos de plácet insular y locales. La reivindicación de los colectivos concienciados y de algunos ayuntamientos particularmente afectados, caso de Marratxí por ejemplo, no era esa. Se abogaba por asegurar un menor consumo de terreno agrícola, el aprovechamiento de espacios baldíos y un reparto equilibrado en cuanto a ubicación y extensión. De momento, eso sigue sin resolverse. Y los proyectos de parques fotovoltaicos continúan adelante, ya sin comisión de Medio Ambiente que los evalúe.

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