Lletra menuda: Unos gestores pillados en seco

Ha sido necesario esperar a que la población reciba el denigrante goteo de camiones cisterna para que el conseller del Cicle de l’Aigua, el gerente de Abacua y el Ayuntamiento se sentaran en una misma mesa para afrontar la carencia de agua en Banyalbufar. Todo un ejemplo de falta de gestión previsora en una cuestión tan vital. Las buenas canalizaciones en la Serra se reservan para las carreras ilegales de motos, el gran flujo ciclista y los colapsos de coches.

Las autoridades han debido pisar el polvo de los depósitos vacíos para adquirir adecuada «conciencia de la gravedad de la situación», en expresión del conseller Lafuente. Ante ello, con todo un verano y una sobreocupación por delante, el diagnóstico, y no tanto el remedio, se fía a las inversiones que propicia el Consell para mejorar las redes de abastecimiento y a una propuesta de convenio puntual para que Banyalbufar, al igual que Puigpunyent y Deià, pueda seguir recibiendo agua a sorbos. Ignoran que beber no es lo mismo que engañar la sed.

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