Lletra menuda: La buena siembra escondida y silenciosa

Éxito en la replantación de posidonia en Alcanada: el 85% ha sobrevivido

Éxito en la replantación de posidonia en Alcanada: el 85% ha sobrevivido / Arrels Marines

Llorenç Riera

Llorenç Riera

A la vista del optimismo que transmiten los responsables de Arrels Marines al comprobar la evolución de su siembra de posidonia en Alcanada, se tiene la impresión de que las plantaciones submarinas gozan de mejor salud que las de superficie, afectadas por tantas plagas y avatares, incluidos los climáticos y comerciales. No es así, porque el mar balear también está aquejado de saturación y reúne unas condiciones que le permiten ser a la vez protector y víctima silenciosa de agresiones varias.

De todos modos, es un avance, un estímulo, que la posidonia, todavía con la cautela de lo incipiente, halle nuevo hábitat regenerador en la costa de Alcúdia y que ello sirva de aliciente y justificación para otras replantaciones semejantes adaptadas al lugar concreto de cada pradera. Se han destacado muchas veces los valores trascendentales de la posidonia para el equilibrio medioambiental. No está de más recordarlo una y otra vez porque se trata de una planta vulnerable que no tiene en la sobreocupación del litoral y de las aguas de Balears a su mejor aliado. 

Las plantas que están bajo el agua no se pueden tocar ni de forma voluntaria ni de modo accidental y resulta imprescindible adoptar las medidas preventivas para que ni lo uno ni lo otro ocurra. Vale más mantener que replantar. 

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