Esporles se ha convertido este domingo un año más, y ya van 17, en la capital del dulce con la celebración de la Fira Dolça, que ofreció más de 170 expositores de forns, pastelerías, artesanos y un largo etcétera en las calles más céntricas de la localidad, haciendo las delicias de las miles de personas que se acercaron para disfrutar de una jornada de tiempo veraniego.
Bajo los carteles de esta edición, que mostraban una fotografía de un rubiol relleno de diferentes sabores (diseñado por Joan González, a partir de una foto de Margalida Carrió), la feria se distribuyó a lo largo de 11 localizaciones, como la plaza del Ayuntamiento, la Placeta des Jardinet y la Plaça des Brollador, entre otras.
Además de los expositores con aroma a dulces, también hubo exhibiciones de cocina, un encuentro de brodadores, bailes populares, actuaciones musicales y, como es tradición, la presentación de los trabajos realizados por los estudiantes del CEIP Gabriel Comas i Ribas y del IES Josep Font i Trias, así como también de los mayores del centro de día.
