Con la recepción de autoridades este domingo por la mañana ante el Ayuntamiento empezaba el acto central de las Festes des Vermar que se han despedido hasta el próximo año. Allí mismo, el alcalde, Víctor Martí, ha hecho entrega de la vara municipal a Gabriel Le Senne, presidente del Parlament, quien ha presidido la jornada como máxima autoridad de las allí presentes, entre las cuales también estaba el presidente del Consell, Llorenç Galmés.
Con el acompañamiento de los xeremiers, el Tall de Vermadors y las Vermadores y Vermadors de este año, la comitiva se ha dirigido a la iglesia parroquial para asistir a la tradicional misa, oficiada por el obispo Sebastià Taltavull. Poco después la acción se trasladaba al exterior, en la zona conocida como los vasos, donde tenían lugar el baile de los Gegants, Jaume y Aina y la emotiva Ofrena del Most Novell a la Mare de Déu de Robines, una vez que los dos Vermadors, ataviados con el tradicional ‘cassot’, pisaran la uva en una cuba. Se han interpretado unos cuantos bailes a cargo de la agrupación folklórica Tall de Vermadors y las autoridades han hecho sus parlamentos.
Le Senne ha felicitado a Binissalem por tener unas fiestas «tan arraigadas y de las mejores de la isla», y Víctor Martí ha pronunciado un agradecimiento general a todas las personas que han contribuido a hacer posible esta 57 edición de Sa Vermada. El acto ha sido conducido por el periodista de IB3 Nofre Pasqual, y la cantante Maria Cànovas lo ha cerrado con la interpretación de La Balanguera.
Por la tarde, todos los asistentes han podido disfrutar de la feria del vino, de la ‘ballada popular’ en la plaza y, cómo no, de beber, gratuitamente, el vino de los toneles que cada año aporta la bodega José Luis Ferrer.