Gafas de sol, sombreros, ropa, peluches, bisutería y muchos otros objetos han sido decomisados este verano en las zonas turísticas de Llucmajor, la mayoría imitaciones de primeras marcas. En total, la Policía Local ha destruido más de 7.000 objetos. Además, los agentes han intervenido más de 600 botellas de alcohol y refrescos procedentes de la venta ambulante, así como cerca de 200 kilos de fruta que se vendían en diferentes playas, pero sobre todo en s'Arenal y Cala Pi. En total, los efectivos de la Local han efectuado durante los meses de julio y agosto 141 actas de aprehensión.
Campaña necesaria
"Las más de 140 actas realizadas durante los pasados meses de julio y agosto son el resultado de una planificación previa y de una campaña clara y decidida contra la venta no autorizada de diferentes productos destinados principalmente a los visitantes de nuestro municipio”, asegura el jefe de la Policía de Llucmajor, Sergi Torrandell. Por su parte, el regidor de Seguridad, Jaume Garau, aplaude los resultados de esta campaña ya que suponen "haber duplicado los resultados de los años prepandemia.
La alcaldesa Xisca Lascolas tiene claro que este tipo de campañas son de lo más necesarias para eliminar de la circulación objetos que normalmente son falsificaciones ya que este tipo de venta no regulada afecta a los comerciantes del municipio porque "en muchos casos, el visitante acaban comprando productos a través de la venta ilegal, cuando podrían hacerlo en nuestros comercios”.