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Rentabilidad superior al beneficio material

Imagen del chiringuito de Portals, vinculado ahora a un proyecto solidario de Cáritas.

Imagen del chiringuito de Portals, vinculado ahora a un proyecto solidario de Cáritas. / Juanlu Iglesias

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Los chiringuitos de playa están asociados a la explotación económica rápida y al ocio ilimitado. Eso, aparte de molestias vecinales y lesiones medioambientales que ahora se intentan corregir.

Parece que por lo menos habrá una excepción en sentido positivo. Después de haber estado un tiempo en la picota y ser objeto de controversia, el chiringuito de s’Oratori de Portals Nous ha dado con una salida compatible con los cimientos y principios de su titularidad. No era posible entregar una propiedad eclesiástica a la mera explotación comercial.

Dentro de la vorágine del turismo de masas, queda resquicio y algo de visión para la solidaridad. Con Cáritas de por medio, la ganancia íntegra del bar privilegiado será destinada a la construcción de un albergue para familias con dificultades de acceso a la vivienda. La Iglesia cumple con su fin social y la gente palpa la predicación práctica. Es un beneficio recíproco que se vuelve excepcional en esta isla acostumbrada al negocio irrefrenable y solo material.

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