Manacor saca pecho en su gran domingo de feria primaveral

Miles de personas desafían a los instantes de mal tiempo y dejan un festivo lleno de comercio y cultura local

Feria primaveral de Manacor.

Feria primaveral de Manacor. / Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

Sebastià Sansó

Manacor celebra su gran feria comercial en un domingo extraño tanto en lo climatológico como por lo que respecta a su posición en el calendario, una semana después de lo previsto como consecuencia de las pasadas elecciones municipales. Aunque ninguna de las dos cosas pudo contener las ansias de vecinos y visitantes por intentar disfrutar de la nueva edición de la Fira de Primavera.

Un año más la muestra se dividió en varias temáticas y alrededor de diferentes espacios focalizados en zonas de la ciudad. Desde las nueve de la mañana la feria artesanal llenó de casetas y público el paseo de Na Camel·la, donde la parte culinaria, de tejidos y otros productos tradicionales ensalzó el carácter comercial más local. Paralelamente se desplegó la feria del deporte en Baix des Cós, dedicada eminentemente a mostrar toda la oferta que la capital del Llevant es capaz de ofrecer y donde clubs y asociaciones deportivas del municipio hicieron partícipes a los transeúntes de lo mejor que saben hacer.

Por su parte, en uno de los laterales del rectángulo de avenidas principales, el paseo Ferrocarril y la avenida des Parc, se colocaron los concesionarios de coches y de maquinaria agrícola, una reminiscencia del pasado y un canto al presente del campo manacorí y mallorquín. Un espacio que todavía cuenta con tirón y el beneplácito de quien goza viendo los últimos modelos tecnológicos del motor.

El centro histórico mientras, fue donde se concentró la mayor oferta de sotcks y prendas rebajadas que los comercios sobre todo textiles, sacaron a la calle a precios competitivos. Una muestra completada por los alimentos de la calle Amargura y la plaza Rector Rubí, donde también y por primera vez se colocaron las manualidades locales.

Manacor Balla

Aunque quizá el espectáculo más esperado de la tarde del domingo fue, como viene siendo habitual durante los últimos cursos, el ‘Manacor Balla’. Sobre el escenario de la plaza Ramon Llull más de 1.500 bailarines, alumnos de los centros de danza de todo el municipio, desplegaron las coreografías especialmente ensayadas para la ocasión.

Feria primaveral de Manacor.

Feria primaveral de Manacor. / Sebastià Sansó

Un repertorio cultural que continuó a las 19 horas tanto en el teatro municipal como en el convento de Sant Vicenç Ferrer, donde se representaron la obra ‘La comissaria’ y el concierto del Festival de Música Antiga, respectivamente. Precisamente en el recinto barroco la noche se completó con el concierto para órgano de Mónica Melcova.

Los actos de la jornada concluyeron con el recuerdo especial para los músicos Carles Gil y Josep Ros, a los que se les dedicó un homenaje póstumo por parte de la Associació Cultural s’Agrícola en el patio de Can Frau; y con el ‘cercavila’ y espectáculo de fuego a cargo de Manafoc, a las 21,30 horas.