Lletra menuda

Casas para la necesidad del momento

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Nada de rutinas. El actual consistorio de Inca parece haber decidido despedirse con medidas de calado. A la decisión de recuperar la recaudación de tributos se suma una modificación parcial del Plan General encaminada a albergar formas modernas de usos residenciales.

La demanda y la necesidad arrecian. No es un fenómeno exclusivo de Inca, pero a cada municipio le corresponde aplicar sus propios remiendos.

El centro de la ciudad o del pueblo, con grandes casales desfasados pese al valor arquitectónico que puedan tener, se deshabita y al mismo tiempo hay una gran demanda de vivienda. Dos polos que se repelen en un ámbito que necesita más equilibrios que nunca.

Se trata por tanto de innovar o copiar la iniciativa y creatividad de otros.

De este modo llega a Inca el llamado coliving, la vivienda compartida y con espacios de uso común. El alcalde Moreno asegura que la ciudad está afectada por una especie de gentrificación a la inversa, es decir, que la gente quiere vivir en el centro pero muchas casas no están en condiciones. Solución, adaptarlas o crearlas nuevas, a partir del interés y valor social, con privacidad y socialización bajo un mismo techo. O confluyendo en un patio común.

En Inca el asunto se concreta en edificaciones con un mínimo de cinco unidades de vivienda con al menos 24 metros cuadrados y dos plazas cada una, aparte de los consabidos espacios comunes. La propuesta no se dirige en exclusiva a los particulares.

Se asegura que entidades que gestionan pisos tutelados están interesadas en esta fórmula que también se ofrece como adecuada para plantar cara a la soledad o las trabas propias del envejecimiento.

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