Campos

Vecinos de sa Ràpita temen perder el «veraneo típico mallorquín» si más tráfico pasa por el interior

Instan a los partidos a no trasladar hacia el interior de la localidad el tráfico que actualmente pasa por la carretera situada en la primera línea

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Iñaki Moure

Iñaki Moure

Las zonas de veraneo en el litoral mallorquín donde los residentes predominan sobre los turistas no abundan en la Mallorca de 2023. Uno de esos pocos ejemplos es sa Ràpita, en Campos, un conjunto residencial en el que abundan las casas de una planta y no hay hoteles, aunque el alquiler turístico haya ido ganando peso en los últimos años. Esa idiosincrasia de lugar tranquilo es la que, desde hace más de un año, se ha propuesto preservar la asociación vecinal Protegim sa Ràpita.

Desde que se dieron a conocer las líneas básicas del nuevo plan de movilidad urbana sostenible (PMUS) de Campos, aprobado el 31 de marzo de 2022 por el Ayuntamiento, este grupo de residentes empezó a movilizarse contra la posibilidad de que se acabe desviando el tráfico que actualmente pasa por la carretera Ma-6021 —es decir, la que transcurre por primera línea de sa Ràpita— hacia el interior del núcleo residencial, lo que, en su opinión, transformaría la idiosincrasia de la localidad.

«Sa Ràpita es una de las pocas zonas de Mallorca que mantiene el verdadero encanto del ‘veraneo mallorquín’, sin establecimientos hoteleros ni turísticos, más allá del reclamo de las playas y algún establecimiento de restauración», expone la plataforma vecinal en un escrito que ha remitido a los diferentes partidos políticos que han presentado candidatura municipal en Campos de cara a las elecciones del 28 de mayo.

Desde esta asociación, explican que solicitaron al Consell de Mallorca una medición del índice de intensidad media diaria de los vehículos (IMD) que pasan por esta arteria. El resultado fue de 6.496, una cifra de tráfico similar, según sostienen, a la que presenta la carretera Ma-6030, que une sa Ràpita con Campos. Consideran que ese dato resulta «alarmante teniendo en cuenta que la propuesta municipal es trasladar ese tráfico por las calles interiores residenciales».

Ir en bicicleta

Protegim Sa Ràpita resalta la «idiosincrasia de la zona como residencial, una zona tranquila donde sus residentes hacen vida en las aceras y las calles, salen a ‘tomar el fresco’ y los niños pueden jugar en las calles, ir en bicicleta, y, además, realizar celebraciones familiares en la calle: cumpleaños, comuniones, etcétera...».

Arguye este movimiento vecinal que no hay precedentes de trasladar una carretera que transcurre «perimetral al suelo urbano a las calles interiores, transformando calles tranquilas en vías preferentes o rondas». 

«Es una actuación totalmente contraria a lo que se ha realizado y se está realizando en prácticamente todos los núcleos costeros, y ciudades y pueblos en la isla. Pedimos que las propuestas se basen, en todo el núcleo, en un urbanismo sostenible donde las calles, sean para los ciudadanos, las bicicletas y las infraestructuras verdes. Un PMUS que trate por igual todas las calles del núcleo de Sa Rápita y no cree problemas donde hoy no los hay», mantienen.