Comercios emblemáticos

Margalida Sagrera Cerdà, trabajadora de Can Garanya de Manacor: «En estos años han cambiado los materiales, pero no el espíritu»

«Por aquí han pasado cantantes como Miguel Bosé, la italiana Rita Pavone o Camilo Sesto». «Somos de las pocas tiendas que quedan que todavía venden tapones de corcho»

Margalida Sagrera muestra algunos de los zapatos que venden en Can Garanya.

Margalida Sagrera muestra algunos de los zapatos que venden en Can Garanya. / S.SANSÓ

Margalida Sagrera Cerdà (Manacor, 1959) lleva más de 48 años levantándose cada día con ilusión por ir a trabajar a la tienda que Can Garanya tiene en el número 51 de la calle de Ciutat de Manacor. Casi medio siglo que da para mucho, pero sobre todo la alegría de poder tratar con gente trabajadora y de pueblo con los que llega a tener vínculos casi familiares. Pocos días después de su jubilación, hablamos con ella para conocer qué es trabajar toda la vida en un mismo sitio.

¿Cómo encontró este trabajo?

Era cuando tenía 15 años. Había terminado la escuela y mi madre me buscaba trabajo por Manacor. Me acuerdo de que era septiembre cuando una vecina le dijo que en Can Garanya pedían una dependienta. Fui y el dueño, Toni Amer, en seguida me cogió.

¿Y en qué consistía el día a día?

Empecé en la otra tienda, la de decoración del número 40, que acababa de abrir después de ser un supermercado durante muchos años. Los primeros meses estuve poniendo precios a los cestos, arreglando cosas, haciendo albaranes… cuando hacía dos meses de aquello volví a la tienda original… y ya no me he movido de aquí. Tanto Sebastià como Joan y Toni me enseñaron poco a poco a hacerlo todo. Aprendí mucho.

¿La forma de trabajar ha cambiado tanto como los productos?

Han cambiado los materiales, pero no el espíritu. Antes vendíamos más cuerda y muchos artículos de pesca también. No en vano Sebastià fue muchos años el presidente del Club de Pesca Els Serrans. Y evidentemente alpargatas. Después, al cabo de unos años ya trajimos más zapatos de piel y otras cosas. Todo ha ido innovando y adaptándose a los nuevos tiempos.

La dependienta de Can Garanya.

La dependienta de Can Garanya. / S.S.

La estima por la forma de trabajar siempre ha sido importante.

Tuvieron mucha paciencia porque yo nunca había trabajado y fueron grandes maestros. Me enseñaron a amar el lugar donde he estado todos estos años. El trabajo ha sido como mi casa porque lo he considerado un ambiente familiar; y otra cosa importante es que cada día me he levantado con ganas de venir.

¿Pensó alguna vez en cambiar de trabajo?

Nunca me planteé cambiar de trabajo, porque ya le digo que nunca me he aburrido y el ambiente siempre ha sido muy bueno.

"Me conocen en Manacor y fuera. Aquí viene gente de toda Mallorca"

¿Recuerda la visita de alguna persona famosa?

Algunas han venido… y la mayoría han repetido a lo largo de los años. Por ahí han pasado cantantes como Miguel Bosé, la italiana Rita Pavone o Camilo Sesto, o la modelo Cindy Crawford, por ejemplo. Les gustaba cómo era la tienda, los productos y las alpargatas de esparto, eso lo que más.

Unos zapatos que habrán cambiado mucho a lo largo de estos años, así como los materiales.

Es verdad. Porque antes sólo había alpargatas azules y negras o las de suela de auto. Eran zapatos de trabajo, más de foravilers que para lucirlos. Hoy en día las hay de todo color y estética. Antes la cuerda también estaba hecha de esparto, los vencisos de fibra vegetal… Ahora ya no. Los materiales que continúan son el cáñamo, el algodón o el lino. También somos de las pocas tiendas que aún vendemos tapones de corcho.

¿Le sabe mal jubilarse?

No. Lo cierto es que me apetecía, una cosa no quita la otra. Mi marido también está retirado, tenemos una nieta y es el momento de disfrutarla y salir de viaje.

¿De qué se siente más orgullosa?

De atender bien, que la gente que viene a comprar unos zapatos, por ejemplo, se lleve siempre lo que mejor le va. Siempre he intentado aconsejar lo que mejor le podía ir a sus pies, la talla más cómoda… es una gran satisfacción cuando después vuelven y te dan las gracias.

Habrá tratado con medio Manacor.

Me conocen en Manacor y fuera. Aquí viene gente de toda Mallorca. Incluso a veces se me quedan mirando un buen rato cuando estamos lejos de aquí…

Suscríbete para seguir leyendo