El historiador de Sant Joan, Arnau Company: "La leyenda no debe ser vista como un relato falso ni como una manipulación de la historia"

El profesor analiza en su última obra la tradición y la devoción vinculada a Consolació

El historiador y profesor Arnau Company, en el santuario de Consolació. | R.F.

El historiador y profesor Arnau Company, en el santuario de Consolació. | R.F. / llorenç riera. sant joan

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Cada pueblo tiene sus mitos y leyendas que, en el caso de la religión, se convierten en fuente de devoción y creencia popular. Consolidada en el tiempo, la leyenda tiene también el terreno abonado para transformarse en signo de identidad colectiva. En este caso, importa menos la base histórica y el aval documental. Heredera casi siempre de la tradición oral, el pueblo, la gente, asume como propio lo que le ha llegado por boca de sus antepasados. Son hechos y comportamientos que se dan en abundantes lugares de Mallorca y que, en el caso del culto a la Virgen, han desembocado en la construcción de santuarios y una devoción mariana arraigada incluso más allá de lo estrictamente religioso.

El historiador y profesor Arnau Company Matas (Sant Joan, 1964) acaba de publicar en Lleonard Muntaner La llegenda de la trobada de la Mare de Déu de Consolació de Sant Joan (Mallorca). La precisión que da lugar a la extensión del título es necesaria en este caso, porque la advocación está muy extendida en distintas geografías. De hecho, en Santanyí, en Alqueria Blanca para ser más precisos, hay un santuario con la misma denominación. El término Consolació se inscribe en la misma órbita de la más genuina devoción y culto mariano. Debe entenderse como una derivación de la capacidad de consuelo que el creyente atribuye a la Virgen.

Arnau Company se centra en Sant Joan y en una leyenda que ha oído contar toda la vida. Es la versión local que una de tantas marededeus trobades tan comunes en Mallorca. «No es mi especialidad, pero como santjoaner lo que me interesa es verlo en su contexto, ver cómo la Iglesia recoge la leyenda y la recrea hasta darle forma y consolidarla», señala. Para ello hay unas condiciones imprescindibles: «lo hago sin prejuicios, desde el respeto, sin juzgar, lo que me interesa es interpretarlo y observar su recorrido». Estas son las herramientas con las que ha trabajado Company y que le han llevado a varias conclusiones. «Me he dado cuenta de que con el imaginario colectivo que orbita tras una leyenda también se acaba construyendo comunidad».

Arnau Company analiza en su obra la tradición y la devoción vinculada a Consolació de Sant Joan

Arnau Company analiza en su obra la tradición y la devoción vinculada a Consolació de Sant Joan / DM

Hay un punto de partida crucial para comenzar a entender y situar la narración creada al amparo de la Mare de Déu de Consolació. Son unos goigs anónimos hallados en 1752. A partir de ahí se puede ir haciendo un seguimiento documental a través de personas que citan y reconstruyen la leyenda o realizan otras versiones, como es el caso del poeta de Sant Joan, Miquel Gayà Bauça. Sin embargo, según la interpretación y seguimiento que realiza el autor del libro, hay que trasladarse hasta 1941 para ponerle los cimientos definitivos con un sermón pronunciado por la figura más insigne de las letras locales, el franciscano, Rafel Ginard Bauça. Arnau Company se maravilla ante el texto escrito para el caso por el autor del Cançoner Popular. Su disertación hecha en la iglesia de Sant Joan sobre la leyenda de Consolació «es de una calidad literaria excepcional». Fue el momento definitivo.

Hasta 21 historias

En Mallorca pueden llegar a documentarse hasta 21 historias diferentes sobre hallazgos de la Mare de Déu. «Hubo un momento de gran proliferación, con ellas la Iglesia pretendía crear una religiosidad popular sólida». ¿Y por qué? Porque eran un excelente instrumento didáctico. «La leyenda no debe ser vista como un relato falso ni tampoco como una manipulación de la historia, constituye más bien una explicación simbólica de una realidad que ha ido perdurando en el tiempo», razona Arnau Company.

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