Porto Cristo

Porto Cristo estrena un servicio de barcas recreativas como las de El Retiro

Una empresa ofrece cinco embarcaciones para que turistas y vecinos puedan disfrutar del Riuet

Han sido fabricadas en los mismo astilleros que las del Retiro de Madrid

El canal tiene unos 20 metros de ancho.

El canal tiene unos 20 metros de ancho. / redacción. comarcas

Redacción

La tarde es apacible y apenas pasan coches por el puente de madera del Riuet. El agua levantada por los remos y el sol bajo componen una escena bucólica. Como si de un canal veneciano o del estanque del parque madrileño del Retiro se tratara, la zona húmeda del puerto romano de Porto Cristo ya tiene su propio servicio de barcas recreativas para el disfrute turístico y vecinal. Un pequeño embarcadero con pequeñas embarcaciones verdes dan la bienvenida a la idea de Miquel Fullana (Manacor, 1973), un emprendedor que ha visto en la zona de albufera una oportunidad.

«Vivía aquí junto al Riuet y siempre pensaba que este espacio estaba infrautilizado y que tenía muchas posibilidades para crear algo interesante que hiciera que se pusiera en valor toda la flora y fauna que tiene y que no suele ser visitada», explica Fullana desde la terraza donde guarda, al término del día, todos los elementos de Cocori Boats, una nueva fórmula para llenar de vida un lugar que por su falta de profundidad no permite el amarre ni la circulación de embarcaciones de recreo familiares, como las que copan el otro lado del puente del Riuet.

Una turista disfrutando del paseo en barca por el Riuet. |

Una turista disfrutando del paseo en barca por el Riuet. | / redacción. comarcas

Un oasis dentro de la concentración del club náutico y los amarres públicos de PortsIB, que consta de cinco botes nuevos hechos de fibra de doble casco, con sus respectivos remos de madera, «comprados en la fábrica Venturi, la misma que elabora los del Retiro de Madrid». «Es irónico que un mallorquín vaya a la capital a comprar barcos», reflexiona sonriente Fullana, que añade que se ha tenido muy en cuenta la seguridad: «Son embarcaciones insumergibles. Es decir que aunque se llenen por completo de agua no se irían a pique».

El propietario del negocio, Miquel Fullana (con camiseta de rayas). |

El propietario del negocio, Miquel Fullana (con camiseta de rayas). | / redacción. comarcas

De hecho el canal, de unos 20 metros de ancho por unos 400 de largo y que forma parte de la desembocadura del Torrent de na Llebrona, hace tiempo que no ha sido dragado, por lo que su lecho no tiene profundidades suficientes como para cubrir a una persona adulta. Tiene un calado de 70 centímetros de media, entre 1,30 y 1,40 metros en su parte más profunda y los apenas 25 centímetros ya cerca del final. Unas boyas rojas delimitan el espacio por donde las barcas pueden circular libremente.

Antiguo puerto romano

«El antiguo puerto romano es una zona verde que durante muchos años había sido el basurero de Porto Cristo, a pesar de todo su potencial. Considero que tiene un valor turístico y paisajístico añadido que hay que preservar», dice Fullana, que recuerda que hace unos meses voluntarios llevaron a cabo una jornada de limpieza del fondo para eliminar cualquier material peligroso.

«Estamos limpiando y adecuando la zona de forma desinteresada en cuanto vemos algo que no está bien. El ayuntamiento de Manacor también está colaborando de manera activa».

Este pasado sábado por la tarde varias familias ya disfrutaban del paseo marítimo por el Riuet, abierto de momento de lunes a domingo de 10 a 20 horas, y hasta que aguante el calor y el buen tiempo. «Es una forma ideal de fomentar el turismo sostenible y ecológico. Son barcas sin motor que no contaminan ni hacen ruido. No molestan a los vecinos de las casas cercanas y se integran perfectamente en la naturaleza», afirma.

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