Lletra menuda: La oportunidad y valor del lugar

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Es Riuet no es ajeno a nada de lo que ocurra en Porto Cristo. Aunque en lo urbano puede ser considerado un apéndice de la población, la historia, los usos y también los abusos y desprecios de los que ha sido objeto demuestran que en realidad es la columna vertebral del enclave.

Porto Cristo no es concebible sin el Riuet, la desembocadura natural del torrente de na Llebrona.

En los últimos tiempos ha tenido mucho de lugar de tránsito, ha soportado infraestructuras erráticas, explotaciones turísticas de rápido oportunismo y caprichos naturales, sea en forma de rissaga o torrentada. Vamos, que el Riuet lo tiene complicado para consolidar la placidez estable que parece propia de sus condiciones y entorno natural.

Alguien se ha fijado en ello. Miquel Fullana ha dado con una iniciativa emprendedora que se presenta capaz de venerar el respecto de lo que fue puerto romano y hoy presenta unas condiciones medioambientales equiparables a la albufera.

Se trata de pequeñas embarcaciones, botes a remo adaptados al lugar, que permiten realizar recorridos para explayarse con la fauna y flora que habita en el casi medio kilómetro de recorrido de es Riuet. La fórmula del nuevo negocio viste su atractivo como sistema de turismo sostenible y atractivo.

La clave está saber dar con la oportunidad y recursos que ofrece cada sitio. Al Riuet parece que le ha llegado el momento del acierto precisamente en una temporada que se pregona con gran potencial de explotación turística.

Puede ser también un modo de reparar males del pasado, aquel en que el Riuet era sinónimo de vertedero y desmanes del ocio nocturno.

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