La tramitación del parque solar de Selva e Inca deberá empezar de cero

Toda la tramitación administrativa para poner en marcha el macroparque solar proyectado en terrenos de Selva e Inca debería empezar de cero, en el caso de que el promotor quisiese continuar adelante con la infraestructura.

Así lo confirmaron ayer a consultas de este diario fuentes de Vicepresidencia y de la conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática.

Este nuevo escenario para la instalación fotovoltaica es consecuencia de que hayan caducado los permisos para la conexión eléctrica, al no presentarse en plazo la declaración de impacto ambiental (DIA).

Esa documentación debía acreditarse en unos plazos fijados por normativa que finalmente no se han dado. La no acreditación de ese trámite hace que caduquen los permiso de acceso y conexión obtenidos en su momento por el promotor.

En el caso de que la tramitación se volviese a poner en marcha desde el inicio, sería necesario volver a conseguir la declaración de proyecto industrial de interés estratégico para el parque solar Fenix Energy.

Más de 70.000 paneles

Una declaración que fue ratificada por un Consell de Govern el pasado mes de enero, para este proyecto que preveía la instalación de 74.520 paneles solares. Se planeaba en la parcela uno del polígono 11 del término municipal de Inca y en la parcela 3 del polígono 7 de la localidad de Selva.

Precisamente, ayer, el Boletín Oficial de la Comunidad (BOIB) daba cuenta de la interposición de un recurso de reposición de la organización ecologista GOB y de un requerimiento previo a la presentación de un recurso contencioso-administrativo del ayuntamiento de Selva contra esa declaración de proyecto industrial de interés estratégico. Los interesados tienen un plazo de 10 días para presentar las alegaciones que consideren oportunas, según consta en la resolución de la conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática del Govern.

Consolat de Mar

Se da la circunstancia de que esta semana los vecinos que integran la plataforma contra el megaparque fotovoltaico de Son Fuster se concentraron delante del Consolat de Mar para evidenciar el «rechazo social» a esta infraestructura de energías renovables.

Esta plataforma ciudadana informó de que había recogido más de un millar de firmas contra la instalación, que afecta a 52 hectáreas de suelo rústico en terrenos de Inca y Selva. En este sentido, portavoces de la entidad señalaron que éste no es el único parque en trámite en la capital de la comarca del Raiguer. Explicaron que se proyectó otro al otro lado de la autopista, en la falda del Puig de Santa Magdalena, en la finca de Son Vivot.

Los argumentos expresados por esta plataforma así como por asociaciones como el GOB, Amics de la Terra, Apaema o Terraferida se centran en advertir de que el suelo fértil es «un recurso escaso que hay que preservar y poner en valor para priorizar el uso agrario y ganadero». Recuerdan también que estos parques fotovoltaicos provocan una «transformación del paisaje».

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