Los productores implicados en el proceso de ecoregión en la Serra de Tramuntana: «Necesitamos cooperar para poder sobrevivir»

Banyalbufar, Bunyola, Deià, Esporles, Valldemossa, Estellencs y Puigpunyent son los siete municipios que, de momento, se han sumado a la iniciativa de impulsar una ecoregión en la Serra de Tramuntana. Se trata de un proceso que se lleva a cabo en una área geográfica determinada donde agricultores, comercios y el sector turístico y de servicios, además de asociaciones y administraciones públicas, establecen una estrategia de colaboración para la gestión sostenible de los recursos locales, generando un sistema de gobernanza hacia la soberanía alimentaria, que adopta un modelo ecológico de producción y consumo para mejorar el potencial económico y sociocultural del territorio. Si uno acude a los distintos actores que intervienen en el proceso de creación de la ecoregión, la unanimidad se encuentra en la necesidad de sumar esfuerzos. Así se postula Maria Magdalena Cortès, de la finca Es Millar, que admite que si el sector agrícola está en crisis, en la Serra lo padecen aún más, por ello, es clave tener un marco que nos pueda ayudar. «Necesitamos cooperar. Si no nos asociamos, es muy difícil sobrevivir», admite. En la misma línea va Rosa Fullana de Es Verger: «La unidad hace la fuerza, si nos juntamos será más sencillo ejecutarlo».

En los comercios

Y si se plantea el tema a comercios y restauración, Joana Maria Font del Hort de Cartoixa tiene claro que «lo más importante de impulsar la ecoregión es para conservar la payesía y para que la gente tenga la costumbre de comprar al pequeño comercio». Mary Lambourne del restaurante Barbaflorida admite que «debemos ir payés por payés para encontrar productos ecológicos y de proximidad. Si existiera una ecoregión que lo unificase sería más accesible y más gente se sumaría a la iniciativa. En la Serra, está muy disperso y si hubiera un organismo que lo unificara, nos facilitaría el acceso», defiende.