La borrasca Juliette deja abundantes daños en el Llevant de Mallorca

Biel Capó

Biel Capó

La nieve caída en gran parte de Mallorca no ha llegado al Llevant, pero sí la lluvia, que no ha parado en prácticamente dos días. Además, las fuertes ráfagas de viento que han superado los 100 km/hora han causado abundantes daños materiales.

Sant Llorenç se puso en alerta ante la llegada de la borrasca Juliette. Se preparó la señalización viaria, se aumentó el número de efectivos de la policía local de guardia, se pusieron en aviso los servicios de la brigada municipal y se dio aviso a los vecinos para que quitaran los vehículos aparcados en zonas susceptibles de inundaciones en el casco urbano. Mientras, todas las miradas estaban puestas en la información meteorológica y al estado del caudal de sus torrentes que ofrecía Emergencias.

En la mente de muchos estuvieron los trágicos sucesos de la la torrentada del 9 de octubre de 2018, aun así hubo gente a la que se le tuvo que llamar la atención porque circulaba solo para tomar instantáneas del estado de los torrentes. A pesar de todo, solo hay que lamentar daños materiales, como parte de una pared de una casa caída sobre dos coches en la calle Abeurador, o la colisión que ocasionó un gran pino que cayó sobre la carretera de salida hacia Manacor. En total los servicios municipales tuvieron que realizar cerca de veinticinco intervenciones, muchas de ellas, por arboles caídos.

También, árboles caídos y tejados o terrazas arrancadas por los fuertes vientos han provocado daños materiales en la zona turística, desde S'illot a Cala Rajada donde grandes pinos han cortado el tránsito en la avenida Eleonor Servera, hasta por Sa Coma o Cala Millor, donde incluso han caído grandes palmeras.

VÍDEO | Así son los daños que la borrasca Juliette ha dejado en Cala Ratjada

Steff Jerkel

En Capdepera, parte de la cubierta metálica del polideportivo se la ha llevado el viento. Los torrentes, que hay que recordar que muchos de ellos se acabaron de limpiar a principio de año, han estado a punto de desbordarse, aun así muchos de los campos contiguos a estos se han inundado, como el torrente de Canyamel a su paso por la carretera de Artà a Canyamel o el de Cala Mesquida, en Capdepera.

En Son Servera, el puente de Sa Font des Molins tuvo que ser desatascado con un maquina para evitar el desbordamiento. También se tuvo que actuar en la carretera de Costa de los Pinos a la altura de la playa de Sa Marjal, para que el agua acumulada en las tierras anegadas, limítrofes al torrente de Son Jordi, pudiera llegar al mar.