Los años en que Mallorca se convirtió en territorio OVNI: Avistamientos en la Serra

El caso Manises y las reuniones multitudinarias de ufólogos en el Gorg Blau de los años setenta han vuelto esta semana a la memoria de muchos mallorquines, sorprendidos al ver en el cielo una fila de puntos de luz que resultaron ser satélites de Elon Musk

José Climent captó esta imagen el día del caso Manises.

José Climent captó esta imagen el día del caso Manises. / J.MORA

Iñaki Moure

Iñaki Moure

A las 22.47 horas del 11 de noviembre de 1979, un avión comercial de la compañía TAE despega de Palma con destino a Canarias. Viajaban 109 turistas austriacos y alemanes, en un aparato tripulado por el comandante Javier Lerdo de Tejada, acompañado de Francisco Javier Rodríguez y Luis de Luque. Después de 18 minutos de vuelo, la tripulación informa a la torre de control de que, a la izquierda del avión, hay un «tráfico sin identificar». En Barcelona, responden que el radar no capta ningún otro aparato, aparte del de la compañía TAE, que volaba a 850 kilómetros por hora y a más de 20.000 pies de altitud.

Entre las 23.08 y las 23.16 horas, el objeto volante no identificado se acerca a unos 100 metros del avión. El radar militar del mando de la defensa aérea capta entonces un blanco «no identificado». La situación se vuelve tan tensa que el comandante decide aterrizar de urgencia en el aeropuerto de Manises, en Valencia. Los pasajeros son alojados en un hotel cercano, pero en la zona se siguen viendo tres luces raras. El director del aeropuerto, los controladores de vuelo, policías y empleados de Iberia son testigos. Un caza del Ejército español sale a su encuentro, pero las luces se dispersan. Una hacia el sur-sureste, otra hacia Aragón y otra hacia Maó. Unos minutos antes de las tres de esa madrugada, un vecino de Sóller, llamado José Climent, fotografía un objeto extraño en el cielo; imágenes que son intervenidas por miembros del Ejército del Aire.

Los años en que Mallorca se convirtió en territorio OVNI:Avistamientos en la Serra

Los años en que Mallorca se convirtió en territorio OVNI:Avistamientos en la Serra / i.moure. palma

Estos son los hechos que dieron pie al denominado caso Manises, que en su momento fue motivo de una pregunta en el Congreso de los Diputados formulada en 1980 por el diputado socialista Enrique Múgica Herzog (de su intervención ante la Cámara se han extraído los detalles anteriormente citados); un fenómeno que ha captado la atención durante años de los apasionados por la ufología y que ha generado una amplia bibliografía. ¿Fue otro avión? ¿Un aparato de la Sexta Flota estadounidense? ¿Un fenómeno meteorológico?

Los años en que Mallorca se convirtió en territorio OVNI:Avistamientos en la Serra

Los años en que Mallorca se convirtió en territorio OVNI:Avistamientos en la Serra / i.moure. palma

El caso ha vuelto a la memoria de los mallorquines en una semana en que hubo muchos ciudadanos que se vieron sorprendidos al ver cómo pasaba por el cielo unan línea recta de puntos de luz, siguiendo una trayectoria de oeste a este. La incógnita se aclaró enseguida. La línea de luces correspondía a los satélites Starlink de Elon Musk, que, con una máxima visibilidad a las 19.33 horas, atravesaron el cielo de Mallorca de oeste a noreste, con una elevación variable sobre el horizonte de 10 a 55 grados. Todo ello también en la misma semana en que el Pentágono no descartó la presencia de ovnis en el espacio aéreo de Estados Unidos, en plena psicosis por los globos-espías chinos, si bien luego Washington lo descartó.

Los años en que Mallorca se convirtió en territorio OVNI:Avistamientos en la Serra

Los años en que Mallorca se convirtió en territorio OVNI:Avistamientos en la Serra / i.moure. palma

Fundación Anomalía

Las explicaciones científicas suelen aclarar el origen de los avistamientos. Dos décadas después de que sucediera el episodio de Manises, la Fundación Anomalía difundió un informe del ingeniero técnico Juan Antonio Fernández, en que explicaba que las luces observadas por la tripulación procedía de las llamaradas de las torres de combustión de la refinería de Escombreras, en Cartagena. Eso, unido a un fenómeno de «inversión de la temperatura» en una noche de gran visibilidad acrecentó el fenómeno. La fundación concluyó que el piloto reaccionó de forma desproporcionada víctima de un estado de ansiedad, y recordó que en aquella época los medios de comunicación españoles «estaban saturados de noticias sobre ovnis y el ambiente era totalmente propicio a la creencia en que éramos visitados por naves extraterrestres».

Mallorca, y en concreto la Serra de Tramuntana, no permaneció ajena a ese clima de opinión de los setenta, en pleno auge de la contracultura, los movimientos hippies y en medio de las tensiones de la Guerra Fría. En el verano de 1978, miles de personas (5.000, según las crónicas periodísticas del momento) se reunieron en las proximidades del Gorg Blau para participar en el Primer encuentro de unidad planetaria, en que, se suponía, se iba a contactar con ovnis e, incluso, con seres procedentes de galaxias lejanas. La hora prevista del contacto la habían situado entre las dos y las tres de la madrugada. Las imágenes del momento muestran la aglomeración de coches y curiosos, bajo una imponente luna llena, que fue, finalmente, lo único digno de mención en el firmamento que se pudo ver aquella noche.

Meses después de aquella quedada con afán intergaláctico, concretamente el 6 de febrero de 1979, se produjo otro extraño fenómeno. Sucedió en el mar del archipiélago. Un informe de la sección de Inteligencia del Estado Mayor, que fue desclasificado en 1995, detalla qué sucedió. El almirante jefe del sector naval de Balears remitió al general jefe del sector aéreo una copia del cuaderno de bitácora del buque Tamames, con motivo del avistamiento «de luces con reflejos amarillo-rojizas y ecos en la pantalla de su radar». Al detectar esas luces, la embarcación se dirigió hacia ellas «debido a la semejanza con posibles señales luminosas de peligro para prestar el auxilio necesario». A las 23.50 horas, las señales de radar, que se habían ido amortiguando, se pararon definitivamente. A las 00.45 horas del día siguiente, se observaron en la pantalla radar varios ecos difuminados y todos ellos alrededor de dos que parecían más grandes: «Lentamente, los ecos se van alejando y hacia las 3 horas no aparecía ningún eco en pantalla […]. No se detectó anormalidad alguna en maquinaria ni instrumentos».

La fiebre por los ovnis perdió fuerzas en las décadas siguientes, aunque ha seguido protagonizando rumores, expectativas y miedos. Uno de los casos más comentados sucedió a principios de este siglo en la costa que recorta la Serra de Tramuntana. La sucesión de sonidos extraños, metálicos y repetitivos mantenía en tensión a pescadores y submarinistas. Era el verano de 2002, y las especulaciones se sucedían al respecto. Finalmente, el Centro Oceanográfico de Balears investigó el asunto y concluyó que esos sonidos eran producidos por un cetáceo de gran tamaño.

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