Equipamientos sociosanitarios

Inca acoge la primera vivienda supervisada del Raiguer para usuarios con diagnóstico de salud mental

La Fundació Es Garrover gestionará el nuevo servicio, con capacidad para diez personas

Las autoridades autonómicas y municipales han visitado este miércoles la vivienda supervisada de Inca.

Las autoridades autonómicas y municipales han visitado este miércoles la vivienda supervisada de Inca. / Caib

La consellera de Asuntos Sociales y Deportes, Fina Santiago; el director general de Dependencia, Gori Molina; el presidente del Patronato de la Fundación Es Garrover y alcalde de Inca, Virgilio Moreno; el gerente de la Fundación Es Garrover, Pere Quetglas, y miembros de su equipo han visitado este miércoles la primera vivienda supervisada de la comarca del Raiguer que se ha abierto en Inca. Desde el pasado mes de diciembre, conviven 10 usuarios con diagnóstico de salud mental, necesidad de apoyo extenso o discapacidad. Además de la oportunidad de tener una casa, los usuarios cuentan con el apoyo de un equipo de cinco profesionales y una coordinadora que les ayudan en su día a día. Este servicio, concertado con la conselleria de Asuntos Sociales y Deportes por 278.616 euros, permite avanzar en la consecución de derechos básicos como la vivienda y la promoción de la autonomía para que las personas puedan desarrollar su proyecto de vida.

El gerente de Es Garrover, Pere Quetglas, explica que «cubre dos ejes fundamentales, uno es la vivienda, y el otro es el acompañamiento de las personas en su autonomía. El concepto es que esto es su casa; están los profesionales que trabajan aquí pero los que venimos de fuera entramos y pedimos permiso para entrar porque es su casa».

Este servicio incluye alojamiento, manutención y apoyo en la higiene y el autocuidado, actividades de convivencia, cooperación y ocio y tiempo libre. Además es compatible con otros servicios.

Estas 10 plazas se añaden a las 54 que se han abierto en Balearsdesde que se iniciara el servicio en 2017. Todas las plazas están gestionadas por entidades y la conselleria de Asuntos Sociales destina este año 1,7 millones de euros.

Las nuevas plazas pasan a formar parte de la Red Pública de Atención Social a las Personas con diagnóstico de salud mental que, además de la vivienda supervisada, cuenta con otros servicios como los ocupacionales; el apoyo a la vivienda; el servicio de acompañamiento (sólo en Menorca); las residencias y centro de día; el servicio tutelar; el acompañamiento a personas del centro penitenciario con problemas de salud mental y el servicio de vivienda compartida.

Durante la visita, la consellera Fina Santiago ha explicado que «estamos muy satisfechos porque que la colaboración entre las entidades del tercer sector y la administración ha hecho que en 6 años se haya creado una estructura ya sólida de atención a las personas con diagnóstico de salud mental. Hemos pasado de 0 a más de 900 personas que atendemos en esta red». Santiago ha añadido que «era importante crear la estructura y consolidarla; ahora lo importante es crecer y mejorar el servicio».