Lletra menuda: Instalaciones en contra de su propia naturaleza

Llorenç Riera

Llorenç Riera

La lógica consecuente lleva a dar por sentado que las instalaciones de energías limpias son compatibles y respetuosas con el medio natural. Lo contrario es ruda contradicción, un apedreamiento al propio tejado.

Algunas de las renovables, caso de la eólica y solar, requieren medios que no pueden pasar desapercibidos. Nos fijaremos en la última, dado que estamos en la isla de astro rey. Los parques fotovoltaicos no son inocuos. Como mínimo, manchan el paisaje y consumen territorio. En Mallorca sobran ya ejemplos impactantes de ello. Habrá más.

La nueva normativa que allana el camino de autorización de los grandes lagos de placas solares en fora vila es un claro sinsentido que no mira más allá del interés de los grandes productores. Ecologistas y hasta la Comisión Balear de Medio Ambiente han dado la voz de alarma. Parece que pierden la batalla. El hacer las cosas bien, cumplir con los informes aconsejables y con lo racional queda reservado para el uso doméstico de pequeños consumidores.

Suscríbete para seguir leyendo