Patrimonio

Denuncian el expolio de piedras del monumento de las Tres Creus de Sóller

La parroquia de Sant Bartomeu ha dado parte a la Guardia Civil de la desaparición de numerosas piezas de las escalinatas del conjunto inconcluso

Imagen del monumento inconcluso de las Tres Creus de Sóller.

Imagen del monumento inconcluso de las Tres Creus de Sóller. / Joan Mora

Joan Mora

La parroquia de Sant Bartomeu de Sóller ha denunciado ante la Guardia Civil el expolio de piedras del conjunto monumental inconcluso de las Tres Creus. El caso será remitido para su investigación a la unidad de delitos contra el patrimonio cultural del Instituto Armado.

Los hechos denunciados por la parroquia se vienen produciendo en un monumento que está a medio construir desde la década de los años 40 del siglo pasado. Los responsables eclesiales han constatado que en las últimas semanas han desaparecido numerosas piezas de las escalinatas y pretiles que forman el conjunto de Ses Tres Creus. Se trata de un hecho que se viene produciendo desde hace años sin que se le haya podido poner freno, lo que ha acelerado la degradación del recinto junto con la proliferación de basura y pintadas vandálicas. 

Fuentes parroquiales informaron que la comisión de patrimonio de Sant Bartomeu acordó interponer una denuncia ante la Guardia Civil con el fin de intentar averiguar quiénes son los autores materiales de la sustracción de la piedra trabajada y adoquines de este mismo material que ha desaparecido del monumento. El recinto de las Tres Creus está catalogado y protegido por normativa y es propiedad del Obispado de Mallorca

El monumento, propiedad del obispado de Mallorca, está en proceso de degradación.

El monumento, propiedad del obispado de Mallorca, está en proceso de degradación. / J.Mora

Para atajar el problema del expolio de materiales y la creciente degradación provocada por el vandalismo, la parroquia de Sóller prevé instalar en el recinto varias cámaras de videovigilancia. De esta manera se podrá tener monitorizado el monumento y salvaguardarlo frente a futuros actos vandálicos como los que ha sufrido en los últimos tiempos.

Apuntes históricos

En plena Guerra Civil, el 13 de abril de 1938, el ayuntamiento de Sóller decidió levantar un monumento dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Una comisión decidió erigirlo en el Puig den Barona, un lugar emblemático en Sóller por su vinculación con los hechos ocurridos el 11 de mayo de 1561 cuando el párroco de Sóller, mosén Pere Bernat, ocultó las sagradas formas de la parroquia.

La junta de obras convocó un concurso de proyectos, entre los que fue escogido el firmado por los arquitectos Gabriel Alomar y Antoni Coll. El proyecto preveía la construcción de un gran muro frontal en el que se abría un arco de triunfo que acogía tres grandes cruces de piedra en relieve. Se accedía al rellano de este arco por una ancha escalinata que después se abría hacia los lados formando otros rellanos antes de volver a unirse en el centro, en la base del pedestal donde estaría la imagen. El pedestal consistía en una gran columna de tres metros de anchura y 16 metros de altura, asentada sobre una pequeña de planta cuadrada. La columna, de base también cuadrada, tendría en la parte superior un matacán protegido con barandillas, que gozaría de una magnífica panorámica sobre el valle. Por el interior de la columna subiría una escalera de caracol. La imagen del Sagrado Corazón de Jesús estaba inspirada en el Beau Dieu de Amiens. El proyecto fue aceptado con dos modificaciones: la primera que la capilla al pie del monumento fuera de pequeñas dimensiones para colocar, presidiéndola, una reproducción de la Virgen de la Victoria y un altar para celebrar misa; todo de estilo neorrománico. La segunda, que se hicieran, de piedra, tres cruces para seguir la tradición.

A principios de marzo de 1942 el maestro de obras Pere-Joan Suau marcó el trazado de la carretera que, desde Son Vencís, va hasta el monumento atravesando terrenos de olivar cedidos por sus propietarios. Y, a continuación, se inició la construcción de las escalinatas del monumento, que dirigió el maestro constructor Josep Morell Casasnovas.

Las obras se iniciaron a conciencia, con materiales de la mejor calidad extraídos de la vecina cantera de Cas Musson. La primera piedra de la capilla se colocó el 28 de octubre de 1945, aunque los trabajos se ralentizaron por falta de recursos. Las obras continuaron a un ritmo irregular y se paralizaron definitivamente en 1948.