Sant Sebastià

Es Capdellà vuelve a salir en procesión con un póster de Sant Sebastià

Los feligreses portan una imagen impresa con la imagen del santo porque desde el año 2015 el rector Antoni Mercant no permite sacar la talla de la iglesia

Los vecinos de Es Capdellà en procesión con la imagen de Sant Sebastià, este viernes.

Los vecinos de Es Capdellà en procesión con la imagen de Sant Sebastià, este viernes. / Juanlu Iglesias

Juanlu Iglesias

Una veintena de vecinos de Es Capdellà han celebrado este viernes por la tarde la procesión de Sant Sebastià a pesar de no contar con el apoyo del actual rector de la localidad, Antoni Mercant. La procesión se ha iniciado en la calle Major junto a la iglesia y después de recorrer varias calles ha finalizado en el mismo lugar con gritos de ‘Visca Sant Sebastià’ y ‘Visca es capdellaners’. Los feligreses han vuelto a llevar un póster con la imagen de Sant Sebastià ante la negativa del rector a sacar la talla de la iglesia.

Desde el año 1919 los vecinos, apoyados por el entonces rector Guillem Parets, han ido celebrando de manera ininterrumpida las procesiones cada 20 de enero. Fue en el año 2015 cuando llegó a la localidad el rector Antoni Mercant, que decidió que los feligreses no podían sacar la talla del santo en procesión. Esto fue un duro golpe para los capdellaners, que siempre habían sido apoyados por todos los rectores que habían pasado por la localidad. Nadie hubiese llegado a pensar que una tradición que empezaron sus antecesores y que se había celebrado durante un siglo de manera ininterrumpida, podía cancelarse por un recién llegado.

Los participantes reparten rosas antes de la procesión.

Los participantes reparten rosas antes de la procesión. / Juanlu Iglesias

Además, una vez empezadas las hostilidades entre los vecinos y el rector, este dejó de hacer misas y funerales en Es Capdellà y ahora se limita a llevar a cabo dos o tres misas al año. Los vecinos han llevado a cabo reuniones con Mercant, con el obispo Taltavull e incluso con representantes políticos para intentar reconducir la situación, pero estos esfuerzos no han fructificado.

La historia se remonta al año 1918 cuando las poblaciones de Calvià, Es Capdellà y Andratx fueron azotadas por una epidemia de peste. Los capdellaners encendían cada noche una alimara (fuego intenso y chispeante) e invocaban a Sant Sebastià con la intención de alejar esta enfermedad. A pesar de que esta epidemia acabó con la vida de muchos calvianers y andritxols, en Es Capdellà no hubo ningún fallecimiento. Por ello, en agradecimiento por lo que los capdellaners consideraron un milagro del santo, a partir del año siguiente (1919) decidieron sacar cada año el día 20 de enero a Sant Sebastià en procesión por las calles de la localidad.