Sant Antoni 2023

Polémica en el Pi de Pollença | Sergi Gómez corona 'in extremis' el pino más difícil

Un árbol peligrosamente inclinado y enjabonado en exceso convirtió la gesta en casi imposible en Pollença

Joan Frau

Joan Frau

La Plaça Vella de Pollença volvió a ser, durante las últimas horas del día de Sant Antoni, el epicentro de la fiesta ‘antoniana’ en Mallorca. Pero el regreso de la tradición más esperada en el municipio del Nord quedó algo deslucido por la dificultad para subir el pino, que estaba peligrosamente inclinado y además a alguien se le fue la mano con la manteca. La gesta era casi imposible y fueron muchos los jóvenes que lo intentaron sin éxito. Todos claudicaban en el último tramo.

También se tuvo que luchar contra los elementos, ya que poco después de iniciarse los intentos empezó a llover con fuerza e incluso llegó a granizar. La épica estaba garantizada. A medianoche aún nadie había conseguido culminar la gesta y el interés empezaba a decaer. Entre intento e intento, se produjeron varias caídas y algunos jóvenes resultaron heridos.

Polémica en el Pi de Pollença

Decenas de jóvenes trataron de subir el Pi de Pollença sin éxito / EP

Sergi Gómez corona el Pi

 La plaza perdió la mitad de su aforo. «Se han cargado la fiesta», lamentaba el regidor de Cultura en referencia a «los que pusieron el ‘saïm’». Pasada la medianoche, se planteó suspender la fiesta e incluso desde el Ayuntamiento pidieron a IB3 que interrumpieran la retransmisión y así se hizo, según aseguraron desde el ente público.

Sin embargo, bien saben los pollencins que la fiesta no se acaba hasta que alguien corona el pino. Así, Sergi Gómez, de 29 años, decidió intentarlo por última vez y, finalmente, consiguió alcanzar la cima del Pi y romper la codiciada bolsa de confeti. Eran las 00:34 horas.

Coronación del Pi

Sergi Gómez consiguió coronar el Pi de Pollença alas 00:34 horas / EP

Una 'bestia' de 21 metros

El pino, una ‘bestia’ de 21 metros talada el pasado miércoles en la finca de Ternelles, había sido plantado a las 21 horas en el centro de la Plaça Vella después de complicadas maniobras para que el tronco entrara en la plaza. Debido a la presión que tuvo que soportar, se rompió parte del tronco, pero no lo suficiente para deslucir la fiesta. Nada que ver con la edición de 2018, cuando el árbol se rompió por la mitad.

Una vez en el centro, el árbol fue elevado con la ayuda de un sistema de cuerdas y poleas para asegurar su fijación. Con el árbol ya plantado y convenientemente untado para dificultar la subida, llegó la apoteosis. Decenas de jóvenes compitieron entre ellos para conseguir ser los primeros en coronar el pino, algo que finalmente y 'in extremis' consiguió Sergi Gómez.

Un Pi muy difícil desluce la fiesta de la Plaça Vella de Pollença

Algunos jóvenes resultaron heridos al intentar coronar el Pi de Pollença / EP

El momento culminante de la fiesta vino precedido por una larga jornada en la que centenares de vecinos y vecinas se han concentrado por la mañana en la Plaça de l’Almoïna para dirigirse a la finca de Ternelles, donde esperaba el pino ya preparado. Después de reponer fuerzas, había que transportar el pino, con la ayuda de un carro tirado por numerosos voluntarios, hasta Pollença por las estrechas calles del centro. Muchos jóvenes se turnan para sentarse encima del tronco, totalmente pelado y lleno de pintadas.

Este año, el fuerte viento condicionó la tradición, ya que el Ayuntamiento había decretado la prohibición de hacer fuego tanto en Ternelles como en Formentor, donde los ‘molleros’ talan su propio pino, y no pudieron celebrarse las tradicionales ‘torrades’ de ‘arengada’. Más tarde, el viento remitió y pudo llevarse a cabo la tradición con normalidad.

Benjamín Lechuga

En el Port de Pollença, tampoco se pudo transportar el pino de Formentor por vía marítima debido al fuerte oleaje, por lo que fue trasladado en camión hasta el centro de la Plaça Miquel Capllonch donde históricamente se lleva a cabo la fiesta ‘mollera’. 

El joven Benjamín Lechuga, que también intentó la gesta en la Plaça Vella, consiguió coronarlo sobre las 15 horas. El árbol, que había sido talado en la finca de Formentor el pasado 9 de enero, medía 20,5 metros de altura

Momento en el que el joven Benjamín Lechuga corona el pino del Port de Pollença.

Momento en el que el joven Benjamín Lechuga corona el pino del Port de Pollença. / Joan Ramon Bosch Cerdà/Punt Informatiu