Lletra menuda

El diagnóstico y la estabilidad

Lletra Menuda | El diagnóstico y la estabilidad

Lletra Menuda | El diagnóstico y la estabilidad / R.F.

Llorenç Riera

Afrontar de manera solvente la abandonada problemática medioambiental de la bahía de Pollença requería un paso previo, el reconocimiento de su existencia y gravedad. Ha costado hacerlo. Hablamos de una contaminación que viene incrementándose desde la década de los años 80 y que, aparte de hacerlo por las evidencias que ya saltan a la vista y llegan al olfato, puede entrar ahora en fase de recomposición, en gran medida gracias al esfuerzo y la movilización de organizaciones cívicas y profesionales. Para acabar de encauzar el proceso de recuperación y respeto al mar falta confirmar la implicación de unas instituciones que en este asunto se han mostrado más bien tibias. Sin fondos europeos no hay posibilidad de ponerse manos a la obra.     

El anteproyecto de la consultora Azierta es el diagnóstico puntilloso de los males que aquejan a la bahía de Pollença. También puede servir como receta de solución, pero para administrarla, dice el mismo estudio, hacen falta 20 millones de euros.

Las condiciones naturales del lugar, la alta presión humana, la densa actividad náutica y unos sistemas de depuración claramente insuficientes han conformado la tormenta perfecta aprisionada en un sitio que no puede poner en riesgo por más tiempo su condición de paradisiaco. El alcalde de Pollença da su palabra de trabajar en la recomposición de los destrozos naturales y el presidente del club náutico confía en una solución a corto plazo. Aunque así sea, no bastará. Es previsible un incremento de actividad en la bahía y una mayor presencia humana. Por tanto, la reparación técnica deberá ir acompañada de un constante respeto y prudencia medioambiental con complicidad social y de gestión pública.

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