Lletra menuda: De silueta de paso a sitio de conocimiento

Las antiguas canteras de 'marès' de Vernissa también podrían pasar a engrosar el patrimonio municipal.

Las antiguas canteras de 'marès' de Vernissa también podrían pasar a engrosar el patrimonio municipal. / DM

Llorenç Riera

Llorenç Riera

Ni la barca decorativa fuera de lugar en el desvío de acceso a Son Serra de Marina, ni la maleza que lo rodea, logran distraer la austeridad serena y resistente del talaiot de Sa Cova de ses Nines. El patrimonio de identidad antigua logra prevalecer sobre el decorado postizo y el descuido. Pero es insuficiente.

El alcalde Monjo anuncia ahora la compra de la finca que alberga el talaiot simbólico, la intención de proseguir su excavación y crear un centro de interpretación adecuado. Es una forma de salvar la consolidación que ya se hizo en los años 60, bloquear destrozos como los que se realizaron al trazar la carretera anexa y, en pocas palabras, dejar en manos y propiedad de una institución pública el patrimonio de todos.

Si a ello añadimos la operación que también se fragua en las canteras de Vernissa y lo ya existente en el entorno de Son Real, vemos que Santa Margalida se consolida como uno de los municipios más atractivos y concienciados en cuanto a salvaguarda y promoción de bienes etnográficos.

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