Lletra Menuda | El ingenio de la nueva energía

El ingenio de la nueva energía

El ingenio de la nueva energía / R.F.

Llorenç Riera

El tránsito necesario hacia la producción y consumo de energías limpias, en detrimento de las fósiles, se está convirtiendo en un retrato geográfico de la situación de Balears y en una memoria poco reconfortante de las políticas que se han aplicado en este archipiélago en cuanto a consumo de territorio y generación de electricidad.

Visto el clima y demás condiciones naturales de las islas, resulta consecuente que la opción preferente del futuro ya iniciado se decante por la energía fotovoltaica. Pero, por limpia que sea su producción, ni siquiera la rentabilidad del sol puede sortear los efectos secundarios y los costes del nuevo modelo escogido. 

Tampoco puede hacerlo el Govern, por mucho que se esfuerce en maquillar sus esfuerzos en este sentido y en pregonar las bondades de la producción fotovoltaica.

Espacio

El despliegue de placas solares necesita abundante espacio y produce un impacto que no pasa inadvertido, sobre todo en un lugar de territorio exprimido como Mallorca. Los informes técnicos medioambientales y las polémicas suscitadas por los parques instalados hasta ahora son buen reflejo de esta realidad.

Así las cosas, no queda más remedio que ingeniárselas para hacer ver que lo inevitable es atractivo. 

Habíamos oído hablar de placas solares en pérgolas y cubiertas de las carreteras y ahora el Govern se descuelga con una nueva generación de instalaciones en las balsas de riego agrícola. 

Es un nuevo paso para conseguir que en 2027 el 35% de las dependencias de la administración autonómica pueda servirse de producción energética limpia. Aunque para ello las placas solares deban aprender a nadar.

Suscríbete para seguir leyendo