Lletra menuda: Cuando la gestión es más erosiva que las olas

Llorenç Riera

Llorenç Riera

La mala conciencia de Demarcación de Costas, alimentada por retrasos y caducidades en su gestión, parece llevarle a la deriva de un efecto meramente arrasador. Ya no son solo las concesiones portuarias o los chiringuitos que no ha sabido actualizar, sino también los elementos etnológicos y patrimoniales que han dado vida y carácter al litoral mallorquín.

¿Sabe Costas que un escar o alcova es el lugar en el que se guardan los elementos de pesca y que como tal forma parte del patrimonio marítimo y cultural de la isla? En caso afirmativo, desprecia los valores etnológicos o etnográficos, entre otros, de estos lugares, con lo cual las olas y el cambio climático no son el único peligro devastador para el litoral. Es un sinsentido, pero una necesidad, que un ayuntamiento como el de Banyalbufar se vea obligado a resguardar con mociones unitarias la protección de los escars de Port des Canonge.

Los alcaldes de Tramuntana ya habían pedido que la Ley de la Serra incorporara su mantenimiento. La administración local necesita resguardarse de la institución superior.

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