Lletra menuda: El juego del polizón municipal

Imagen reciente de las obras del hotel Formentor.

Imagen reciente de las obras del hotel Formentor. / J.A.

Llorenç Riera

Llorenç Riera

El rostro de la gestión urbanística del ayuntamiento de Pollença sigue deformándose a medida que se van conociendo nuevos elementos con respecto a su política de brazos caídos en la transformación del Hotel Formentor. A las deformaciones anteriores se añade ahora otro tirón de orejas por haber intentado ocultar a la conselleria de Medio Ambiente el vertido de escombros en áreas boscosas sujetas a especial conservación dentro de la Red Natura 2000.

Sabíamos que el pillaje en materia de obras y sus derivados era práctica recurrente entre particulares desaprensivos y aprovechados, un gremio al que ahora se incorpora el ayuntamiento de Pollença por méritos propios con su peculiar juego del polizón entre los escombros del Hotel Formentor. Es la administración que engaña a la administración. Nada educativo ni estimulante para el ciudadano. Les han pillado y ahora el Ayuntamiento, que sigue sosteniendo que todo se arreglará, ha quedado en evidencia. La exigencia que ha planteado la dirección general de Espacios Naturales y Biodiversidad es de recibo. Cualquier afectado que obra de buena fe en un procedimiento urbanístico sabe a estas alturas que no es lícito actuar más allá de lo autorizado. En el hotel Formentor se han obviado estas cosas. Ha dispuesto de barra libre.

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