Manacor tiene cuatro nuevos hijos ilustres. Sus recuerdos y sus retratos ya lucen en una de las paredes de la sala de plenos donde hoy, en pleno especial y extraordinario, Catalina Riera, Joan Riera Ferrari, Aina Sansó y Lluïsa Fuster han sido reconocidos por sus carreras y los logros que les han llevado a ser queridos por todo un municipio.

Tras el baile de los Cossiers en la plaza des Convent y en medio de un ambiente entre festivo y emocional, la comitiva y los familiares subieron hasta la sala donde se inició el protocolo. El concejal Sebastià Llodrà ha sido el defensor de Catalina Riera (Manacor, 1955-2019), recordándola como una de las fundadoras, en 1982, de la compañía teatral Els Capsigranys, “que entre otras cosas ayudó con sus obras a reescribir la historia robada” durante la dictadura, y convertir a la capital del Llevant en el mayor foco teatral de Mallorca. “Como actriz fue una diva sin quererlo y como persona era aún mejor”. Riera continuó interpretando hasta que la enfermedad se lo impidió, dejando una cantera teatral y fotográfica, su otra gran pasión, de primer orden.

Tras las palabras también elogiosas de la regidora Júlia Acosta, quien ha rememorado su vertiente musical en la zona costera del municipio, Maria Antònia Sansó ha sido la encargada de dibujar la figura universal del artista Joan Riera Ferrari (Manacor 1942-2017). Pintor. Formado en Barcelona, en 1962 expuso por primera vez en el Centro Cultural de Manacor. Su obra logró el reconocimiento internacional. Atrevido, rompedor, innovador, Riera Ferrari contribuyó a las artes plásticas y al arte contemporáneo mallorquín. Experimentador, sus obras matéricas y de gran formato marcaron el final de su carrera.

Familiares de Joan Riera Ferrari. S, Sansó

Por su parte, Carles Grimalt, como fiscal, ha recordado también su vertiente más solidaria, sus cenas de l’Auba para recaudar fondos con sus cuadros o de su estrecha relación con el pueblo que le vio nacer y su café diario en s’Agrícola. Asimismo ha revindicado la rehabilitación del monolito creado y cedido a la ciudad por Ferrari y que hace más de un lustro fue destrozado por un bús en un accidente de tráfico en la entrada a ciudad desde Palma.

Aina Sansó

La concejala de Servicios Sociales, Carme Gomila, ha alabado la figura de Aina Sansó Rosselló (Manacor, 1960-2017). Maestra, musicóloga y experta en cultura popular de Mallorca. Aina Sansó fue, junto a Maria Coloma Gelabert y Maria Galmés, una de las tres recuperadoras de la danza de los Cossiers en Manacor en 1981. A parte de recuperar las antiguas partituras con las que bailaba el grupo, fue la primera flabiolera del grupo en un momento en que el círculo tradicional era eminentemente masculino. “Fue una mujer libre que puso amor en todo aquello que hizo”. En 2018 todo el fondo documental que fue acumulando durante sus investigaciones fue cedido por su familia a la Escola Municipal de Mallorquí. Jaume Mut, en la figura de fiscal, no tuvo más que palabras de agradecimiento por la labor de Sansó hacia la revitalización de la cultura local.

Finalmente la regidora del PP Maria Isabel Bauzá ha defendido la figura de Lluïsa Fuster Cortès (Manacor, 1905-2000). Maestra de Primera Enseñanza desde el año 1929, doña Lluïsa es todavía un referente en la educación. Con su labor puso en valor la Escuela Pública, tanto en tiempos de la República como de la dictadura de Franco. Ejerció en Sa Graduada y todavía hoy su recuerdo perdura en varias generaciones. Guillem d’Efak, que fue alumno suyo, se acordó siempre de ella con mucho cariño y agradecimiento. “Fue una mujer de un gran coraje y avanzada a su tiempo”.

El acto ha concluido con la presentación de los cuadros de los cuatro hijos ilustres del municipio que a partir de ahora permanecerán colgados en la sala de plenos del antiguo consistorio ‘manacorí’, y que son obra de la artista local Aina Perelló.