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Medio Ambiente

La cantidad y la variedad de peces aumentan en la mayoría de áreas marinas protegidas

El informe Mar Balear constata que la recuperación de las especies explotadas es proporcional a los años de gestión pesquera

Imagen de las Illes Malgrats, en Calvià, una de las reservas marinas analizadas en el estudio. DM

La gran mayoría de áreas marinas protegidas de Mallorca ha aumentado de forma progresiva la cantidad de peces y la variedad de especies detectadas debido a las restricciones de pesca asociadas a la protección, según el informe Mar Balear 2022, que ha recopilado información actualizada sobre el estado de estas zonas marinas, la situación del sector pesquero y las principales especies explotadas. 

Así, los estudios realizados en las reservas marinas «demuestran que la gestión pesquera produce el denominado ‘efecto reserva’» mediante el cual se observa una «recuperación de las especies explotadas que es proporcional a los años de gestión» de la zona protegida. 

El informe de Mar Balear detecta que la mayoría de reservas marinas tienen incrementos en la biomasa de peces vulnerables a la pesca con los años de protección, aunque hay algunas excepciones como el parque nacional de Cabrera, que registra un descenso de 3,7 kilos de biomasa (factor que muestra el peso de las especies en 250 metros cuadrados) entre los años 2019 y 2021, lo que el estudio atribuye «probablemente a una menor restricción pesquera y/o diferencias entre hábitats».

En el resto de zonas protegidas de Mallorca los datos son positivos en cuanto a la recuperación de las reservas marinas y a la variedad de las especies que habitan esas aguas. Si se toma como referencia la biomasa en aguas superficiales (3-15 metros), la reserva marina de El Toro ha ganado 12,8 kilos entre 2005 y 2020, seguida por la reserva del Llevant, con 4,7 kilos más de biomasa desde el año 2008. Las Illes Malgrats tienen 4,2 kilos más desde 2005, mientras que la biomasa de la reserva del Freu de sa Dragonera se ha incrementado en 3,9 kilos en los últimos cuatro años. La Badia de Palma también ha ganado 3,4 kilos desde el año 2000 y la reserva del Migjorn un total de 2,5 kilos de biomasa desde 2003

Según los datos aportados por Mar Balear, la máxima biomasa superficial registrada es la del Faralló de Cala Gat (reserva del Llevant), con 25,2 kilos por 250 metros cuadrados, mientras que la mínima, con 3,2 kilos, se ubica en las reservas marinas de la Badia de Palma y el Migjorn de la isla. En aguas profundas, la reserva de la Illa del Toro es la que tiene más biomasa, con 48 kilos.

Por otra parte, el estudio analiza también el número de especies nuevas que ha ganado cada reserva desde la protección. En Mallorca, lidera el listado el área de sa Dragonera, que ha incrementado en aguas profundas el número de especies en 3,7 en los últimos cuatro años, mientras que en el Llevant se han contabilizado 2,1 especies más en aguas superficiales también en los últimos cuatro años. La zona más rica en variedad de especies es el Faralló de Cala Gat, con 6,8 variedades diferentes, mientras que la Badia de Palma registra los datos más pobres, con 3,3 especies.

Según el informe de Mar Balear, la protección del mar «aporta beneficios económicos a varios sectores de la sociedad como el pesquera, el buceo y el turismo». De hecho, uno de los beneficios derivados de tener mayores poblaciones de peces «es que las áreas marinas protegidas suponen zonas más atractivas para bucear, puesto que desde 2005 el número de inmersiones por cada kilómetro cuadrado protegido se ha cuadriplicado», concluye.

La actividad pesquera se reduce un 44% en 20 años

La superficie de las reservas marinas de interés pesquero suma actualmente en Balears un total de 664,4 kilómetros cuadrados, aunque la pesca está prohibida únicamente en un 7% de esta superficie, lo que supone un 0,16% del mar balear. Aún así, el estudio constata que las capturas pesqueras han disminuido hasta un 44% con respecto al año 2000 «como consecuencia directa de una reducción de la flota pesquera profesional».

Por contra, el número de licencias de pesca recreativa ha aumentado de forma importante durante los años de crisis. Actualmente, se calcula que hay unas 45 embarcaciones de pesca recreativa por cada embarcación de pesca profesional.

En cuanto a las especies más sobreexplotadas, la gamba roja es la que genera más ingresos económicos, con 4,5 millones de euros anuales.

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