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Manu Mielniezuk
Ver galería >476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
Manu Mielniezuk
476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
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476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
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476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
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476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
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476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
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476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
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476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
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476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
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476 años después de su primera edición, la gran Fira de Llucmajor ha vuelto este domingo a exhibir su gran vigor, configurando la localidad como un gran punto de encuentro con diferentes aristas: comercial, cultural, culinario, deportivo y lúdico. Tras el parón obligado por el bienio de la crisis pandémica, la Darrera Fira ha vuelto a mostrar el pulso de Llucmajor, haciendo especial hincapié en esta edición en la industria del calzado, con una muestra que, como destacó el alcalde Éric Jareño, quiere homenajear «a todos los profesionales vinculados a este sector que hicieron posible el esplendor ‘llucmajorer».
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