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La suciedad y las ratas se apoderan de la costa de Porto Cristo tras la lluvia

Las precipitaciones vuelven a dejar en entredicho las polémicas obras de remodelación todavía no recepcionadas por el Consistorio ‘manacorí’

Ratas muertas en primera línea de Porto Cristo, ayer por la mañana. S. Sansó

Las polémicas obras de reforma del alcantarillado y mejora de la primera línea de Porto Cristo continúan dando problemas cada vez que las lluvias hacen acto de presencia, aunque sean leves como las caídas durante este martes en el núcleo costero manacorí, y que pese a ello dejaron una estampa de suciedad y ratas agonizando a escasos metros de la playa.

Una situación que viene dada por la incapacidad del nuevo sistema de conducción de aguas fecales, ideado en principio para que en casos de tormenta los residuos no acabaran directamente en el mar, para absorber el mínimo volumen de líquido y desviarlo para su depuración.

Y eso que las obras fueron presentadas precisamente para dotar de mayor calidad de vida a vecinos y veraneantes, con la inclusión de un adoquinado en la calle Bordils y la reforma integral del paseo de la Sirena.

No es la primera vez que los vecinos ven correr a la ratas por delante del paseo marítimo en los últimos meses, aunque la imagen de este miércoles por la mañana fuera ya sanitariamente preocupante, con residuos de baño como toallitas o compresas y roedores ahogados o a punto de morir, entre barro y aguas contaminantes que se abrían paso formando ríos hasta el área de baño de la playa urbana de Porto Cristo. A las ocho de la mañana operarios de la brigada se afanaban en adecentar la zona en pleno día festivo.

Las lluvias han hecho emerger la suciedad. | S. SANSÓ

Inicio de las obras

Las obras, iniciadas el pasado mes de noviembre de 2021 (con quince días de retraso) y todavía no recepcionadas por el ayuntamiento de Manacor, no han sido precisamente un camino de rosas. El año pasado la empresa Coptisa SL ganó el concurso para acometer el proyecto de remodelación. La obra se concedió por 877.967,93 euros, una cifra que rozó la baja temeraria, puesto que el importe inicial de licitación era de algo más de 1.080.000 euros.

Ya en junio, y con los trabajos muy retrasados (debían terminar en primavera), el delegado de Zona Costera, Sebastià Nadal, informó de que la empresa había solicitado una tercera prórroga al departamento de Urbanismo para terminar la calle Colón.

Finalmente, el Consistorio tuvo que mediar en el asunto de forma directa pidiendo ayuda a la empresa local Melchor Mascaró SA, que fue la que acabó la obra de la calle que da a la iglesia del Carme.

A la preocupación mostrada por turistas, vecinos y comerciantes, se une la de los partidos de la oposición municipal.

Los más beligerantes han sido tanto el Partido Popular como los porteños de AIPC-SyS, que no entienden cómo se ha podido llegar al punto de que la infraestructura funcione peor que antes de las obras y temen que el proyecto deba remendarse en invierno con el consiguiente nuevo perjuicio de ruidos y molestias, en detrimento de los vecinos.

Petición de dimisión

Cabe recordar también que, el pasado mes de julio, la portavoz del PP Maria Antònia Sansó llegó a pedir la dimisión de la concejala de Urbanismo, la socialista Núria Hinojosa, «por el despropósito y el caos creado en plena temporada turística».

Por su parte, Hinojosa ha repetido durante las últimas semanas que el proyecto no será recepcionado por el Consistorio «hasta que se compruebe que todo está perfecto y funciona bien».

«Y si hay que repetir algo para conseguirlo, se repetirá, eso lo tengo claro», argumentó, al tiempo que dijo no entender por qué se pone el foco reiteradamente en las obras de Porto Cristo «cuando hay muchas más en marcha en el municipio que avanzan sin problemas». «Las complicaciones son técnicas y en cualquier obra pueden suceder, no es una cuestión política», aseveró.

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