Manacor ha condensado en el histórico barrio de Fartàritx todo su potencial artístico en lo que ha sido la primera edición de su Nit de l’Art. Miles de personas han acudido desde las 17 horas hasta la zona para disfrutar tanto de las paradas al aire libre como de los numerosos garajes y molinos harineros que se han abierto para la ocasión, como ya pasara en la pasada Vila del Llibre, que hace solo unos meses registró otro notable éxito de convocatoria, aunque en aquel caso en la barriada del Pou Fondo.

Fórmulas similares y de poco presupuesto que acaban siendo un acierto al recuperar para el público y por unas horas, lugares normalmente vetados a la vista. Una Nit de l’Art protagonizada por más de 70 artistas y artesanos, con propuestas artísticas para todos los públicos.

La calle de la Llum, la calle del Remei y la calle de la Creu han acogido las exposiciones exteriores de 52 artistas. La calle de la Creu las carpas para actividades infantiles y para la tercera edad, así como un escenario con música indie desde las 20 horas. En la calle den Gelabert se ha posicionado la artesanía exterior, mientras que la plaza de la Concordia, más amplia y con su característico molino de fondo, ha desplegado un escenario destinado a la música jazz y electrónica, con barras de cerveza y foodtrucks.

Entre los espacios privados, además de los molinos, casas y garajes, han jalonado un recorrido pintoresco. Las peluquerías Barita y Perfils, el Molí dels Tastavins, el den Parera, el Molí de sa Coma, el den Sabina, la casa Oliver Mestre, las cocherías de la calle de la Creu 6, de la calle del Remei 46 y de la calle Comtessa 57, además de los estudios de Cati Cànoves y Jesús Ballester.

Para completarlo todo la primera Nit de l’Art manacorina también ha contado con el debate en mesas redondas, recitales poéticos, teatro, cuentacuentos, talleres infantiles, talleres para personas mayores, exposiciones plásticas, artesanía o performances.