El gigante más antiguo de Balears es manacorí y se llama Vicenç. Restaurado y redefinido en 1942 en honor a Sant Vicenç Ferrer, todavía se mantiene activo con sus 3,80 metros de altura y 50 kilogramos de peso. Una salud recuperada de manera esplendorosa en el año 2001 cuando, después de décadas sin salir a la calle, la Associació Cultural de Sant Domingo creó la Colla Gegantera y el primer gran encuentro dentro de las Fires i Festes de Primavera.
Si echamos la vista atrás, en 1823 ya encontramos documentación escrita de que hay gigantes en Manacor. Están presentes en las fiestas que hacen los Padres Dominicos del Convento por el final del Trienio Liberal (1820-1823). A partir de aquí vamos encontrando referencias de gigantes en la ciudad, siempre vinculados a las fiestas de dominicas y paralelamente a los Moretons y s’Alicorn.
En 1886 los encontramos relacionados a un gasto de 15 pesetas para los músicos y cossiers, y otro de idéntico valor para sus trajes. Cabe destacar que se refiere a los gigantes en plural, lo que demostraría que ya en aquella época eran dos: el gegant y la geganta.
Cuatro años más tarde (1890) ‘La Verdad’ relataba cómo en la parte cívica de la fiesta estuvieron presentes los dos quien, acompañados de la música y los Moretons, recorrieron las principales calles de Manacor. Así pues, su función era la de participar con los danzantes durante la recogida de limosnas.
La desgracia ocurrió en 1926. Según el ‘Lumen Domus’, «como final de fiesta tuvimos la desgracia de que se nos quemara la ‘geganta’; una chispa desprendida de la traca valenciana prendió en el traje de la figura que, en pocos minutos, quedó reducida a cenizas». De este evento se conserva la siguiente glosa: «Es dia de Sant Domingo/Sempre me’n recordaré/ sa geganta s’encengué/I és gegant va quedar viudo».
Por este motivo, entre 1927 y 1932, el gigante no participó en las fiestas. El ‘Lumen Domus’ escribe en el año 1929: «Se echa de menos la salida de los gigantes, los cuales no salen por haberse quemado la ‘geganta’ en la fiesta del año 1926. Durante estos años se le colgó a la figura masculina un letrero en lugar bien visible que decía así: «Este pobre viudo está muy desconsolado y pide una limosna para ser casado». La recuperación se hizo efectiva en 1933. Es cuando tuvo lugar la reaparición del gegant renovado y una geganta nueva construida en Valencia (el busto).
Los dos gigantes actuales miden aproximadamente 3,80 metros de altura, y pesan unos 50 kilos. Sus nombres Vicenç (1942) viene dado por Sant Vicenç Ferrer y na Catalina (1933) por Santa Catalina de Siena.
