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Lletra menuda

Lletra menuda | Explotación y uso público del litoral

La tardanza en la renovación de la autorización de explotación comercial de algunos chiringuitos de costa hacia presagiar un nuevo criterio para las concesiones y un mayor rigor en el control de la normativa en vigor. Es una tendencia que se confirma y eleva el grado de exigencias de cara al próximo verano.

Mientras los chiringuitos de Capellans, en Muro, se estancan en su tiempo de prórroga y los propietarios se han organizados para defender sus derechos, en la costa de Manacor se plasma ya el vuelco. Demarcación de Costas ha denegado la instalación de determinadas terrazas en primera línea y todo apunta que ocurrirá lo mismo en Cala Moreia y s’Estany den Mas. Las restricciones impuestas por el Plan General, junto a las respectivas normativas de Costas y el Consell, hacen que las obligadas servitudes de tránsito y protección sean incompatibles con bastantes explotaciones comerciales del litoral.

El equilibrio, la compatibilidad entre explotación comercial, seguridad y derechos y usos colectivos será muy difícil, por no decir imposible, porque el apetecido bocado de primera línea esta viciado y exprimido hasta la exageración. La pasividad se ha enquistado sobre él y sus efectos no pueden ser inocuos.

En Porto Cristo ya comienzan a barajarse alternativas en forma de peatonalización de alguna calle abierta al mar. Es una forma de retroceso que puede ir generalizándose en toda Mallorca. Entre los mordiscos del cambio climático y negocio en el límite de la orilla resulta obligado dar algunos pasos atrás. Es el desgaste del comercio rápido.

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