Las ancestrales coreografías de los Moretons, el grupo de baile infantil de Manacor, viajarán este mes de octubre a Roma para actuar ante el Papa Francisco, en una recepción oficial que tendrá lugar en San Pedro y que iniciará una serie de colaboraciones entre el Vaticano y la Associació Cultural Sant Domingo, impulsora del histórico encuentro.
La oportunidad vino a raíz del viaje que el musicólogo italiano Salvatore Di Russo hizo hace unos meses a Manacor, como parte de su estudio de bailes y percusiones en España. La fascinación por el baile de orígenes coloniales fue tal, que pronto contactó con el presidente de Sant Domingo, Antoni Oliver, para contemplar la oportunidad de que tanto los Moretons como la Banda Municipal de Música de Manacor pudieran viajar a Roma.
La idea se fue cerrando este verano a través de reuniones que también incluyeron a la delegación municipal de Turismo y al propio alcalde manacorí, Miquel Oliver, quienes vieron con buenos ojos colaborar en el encuentro como parte de la promoción turística del municipio.
Pocos días después Di Russo tuvo los primeros contactos con la Prefactura de la Casa Pontificia, que no puso problemas para la recepción.
De esta forma, una delegación de como máximo 40 personas (en estos momentos hay inscritas 25) se desplazará el próximo 18 de octubre hasta la capital italiana para, al día siguiente a las 9 horas, tener una audiencia oficial con el Papa Francisco en la plaza de San Pedro, donde ya se ha hecho la reserva de localidades.
Ensaimada y ‘sospiros’
Durante la recepción los Moretons de Sant Domingo interpretarán dos bailes, uno de filera y otro de roda, tras los cuales se le obsequiará al papa con varios presentes, entre los cuales una ensaimada y dos dulces típicos manacorins como son los sospiros y los amargos. En estos momentos la banda de música vaticana ya tiene las partituras de las canciones que suelen acompañar estos dos bailes para que puedan ensayarlas e interpretarlas dentro de dos meses.
«Es una oportunidad única y estamos muy felices de poder mostrar el baile de los Moretons ante su Santidad», explica Oliver, quien recuerda que toda aquella persona que quiera acompañarles puede apuntarse hasta completar el máximo previsto en la expedición.
Al final de la audiencia está previsto un nuevo baile público en la plaza vaticana para justo después llevar a cabo una visita exclusiva a la Necrópolis Vaticana en tres grupos diferenciados y con un guía privado en castellano.
Finalmente se está estudiando también la posibilidad de actuar, un día después, en la embajada española en Roma, situada cerca de la mítica escalinata precisamente de la Plaza de España. Aunque es un fleco que en estos momentos falta por concretar.
Pero las relaciones entre Manacor e Italia no acabarán en octubre. Está previsto que durante la próxima primavera la Banda Municipal de Música local se traslade al país transalpino para dos actuaciones, una de ellas para acompañar en pasacalles a la Colla Gegantera de Manacor, que también les acompañaría a la capital romana.
Como contrapartida, en mayo, una agrupación musical romana aún por determinar entre la vaticana o la banda militar devolverá la visita y actuará en el claustro barroco de Sant Vicenç Ferrer.
¿De dónde vienen los Moretons?
Hablar de los Moretons es hacerlo de Sant Domingo, barrio y fiesta a la que siempre han ido unidos. Para responder a la cuestión del origen de esta tradición y sus vestimentas existen diferentes hipótesis: la primera va ligada a la llegada de los frailes de la congregación a Manacor, en 1576. Aunque existen otras teorías que aseguran que la danza fue introducida ya en el siglo XVIII por el fraile Pedro Bennàssar, primer dominico manacorí, hijo de un moro converso. Y de ahí su nombre.
En cualquier caso, y aunque no haya documentación de los Moretons antes de siglo XIX, lo que es seguro es que se trata de una danza guerrera inspirada en viejas costumbres árabes, según apuntan Albert Carvajal, Antoni Gomila y Joan Lliteres en un estudio: «Nos aseguraba un viejo soldado manacorense que había presenciado un baile casi idéntico en un campamento marroquí para celebrar la victoria de Add-el-Krim después de la batalla».
Este vacío documental fehaciente hace que de manera oficial los Moretons no sean fechados antes de 1835, año de prohibición de las fiestas del Convento y de las órdenes en Mallorca. El punto de partida sería la declaración del dogma de la Inmaculada, asentado con el custodio del convento fray Pío Caldentey Perelló, que quiso dar sustancia al evento con una danza. La vestimenta y el nombre de Moretons representarían a la religión musulmana vencida por la Virgen.
