Un total de 15 tortugas marinas, de los 22 ejemplares que han llegado vivos este año al centro de la Fundación Palma Aquarium, han tenido que ser atendidas debido a estar enmalladas en plásticos, que es una de las principales causas de entrada de estos ejemplares.

Así lo ha advertido en nota de prensa la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio, que ha incidido además que todo avistamiento tiene que ser comunicado al 112.

Este viernes, tanto la Conselleria como la Fundación han participado en la suelta de una tortuga marina, que ha vuelto al mar tras recuperarse en el centro. El ejemplar, denominado Papaya, entró el pasado junio gracias al avistamiento de un particular y ahora ha sido devuelto al Parque Natural de Mondragó.

Papaya, de 35,7 kg, fue encontrada enmallada en ambas aletas anteriores y el cuello por una red fantasma.

Desde la Conselleria se ha querido agradecer el trabajo que se hace desde el Centro de Recuperación de Fauna de Baleares (Cofib) y de la Fundación Palma Aquarium.

Suelta de la tortuga marina llamada Papaya en el Parque Natural de Mondragó.

¿Qué hacer si encontramos un ejemplar herido?

En este punto, han reiterado la importancia de llamar al 112 si se encuentra un ejemplar herido para poder poner en marcha el protocolo de rescate y no desenmallarlas sin la supervisión de un profesional, ya que se puede poner en peligro al animal.

Cabe recordar que el protocolo de rescate de fauna marina catalogada establece que cualquier avistamiento de una especie protegida con dificultades tiene que ser comunicado al 112. En el caso de las tortugas marinas, se pide rescatar al ejemplar para que pueda ser atendido por los técnicos autorizados por la Conselleria pero, en ningún caso, se tiene que intentar desenmallar la tortuga.

En muchas ocasiones, esta causa provoca infecciones en las aletas que se pueden extender por todo el cuerpo, suponiendo un peligro mortal si el pedazo de plástico que dificulta la circulación no es extraído por un profesional.

El Cofib, a través de Palma Aquarium, ha registrado este año 48 varamientos de tortugas marinas y 16 cetáceos en aguas de Baleares. Por islas, en Mallorca se han atendido 27 tortugas, en Menorca otras diez, en Ibiza siete y en Formentera cuatro.

Además del enmallamiento, la segunda causa de entrada de las tortugas vivas es la ingesta de plásticos. Así, cuatro fueron rescatadas por este motivo, una por captura accidental, otra por traumatismo y una por enfermedad.