Los Cossiers de Montuïri han vuelto a recorrer este lunes las calles de la población tras dos años de ausencia. Como manda la tradición, el día de la Virgen Asunta han danzado en la plaza y casco urbano desde las seis y media hasta entrada la noche. En la primera de las tres salidas de las fiestas, ha correspondido el turno de actuación a Josep Canuto, Miquel Miralles, Pere Servera, Tomeu Verger, Miquel Àngel Sansó, Tomeu Rafel Ginard y Miquel Ginard. Catorce jóvenes forman el grupo de Cossiers quienes se reparten las actuaciones del 15, 23 y 24. Se estrenaron el 15 de agosto de 2009.

Un gentío impresionante, más numeroso que otros años, ávido de participar de nuevo en la fiesta con mayor entusiasmo, les ha seguido, les ha vitoreado desde el primer momento de su entrada a la plaza del Ayuntamiento, en la que no cabía ni un alfiler. Han estrenado la jornada con el popular baile Flor de Murta, acompañados de los flabiolers. El Dimoni se ha abierto paso entre la multitud a base de latigazos para llegar al entablado. Posteriormente, los danzaires se han dirigido a la iglesia parroquial en la que han interpretado Gentil Senyora frente al lecho de la Mare de Déu Morta.

Acto seguido ha comenzado el recorrido por las calles de la población, donde es costumbre, en esta jornada, recoger los regalos de las casas comerciales para ofrecerlos como premio en las joies i corregudes de la segunda fiesta de Sant Bartomeu, el día 25. Al haberse añadido un nuevo comercio este año, el itinerario ha llegado hasta el final de la calle sa Torre, en los aledaños nordeste de la villa.

Idas y venidas

Las idas y venidas del Dimoni, los bailes en los puntos de costumbre acompañados de un gran fervor popular y los gritos de Banya Verda Rostoll, el Dimoni no fa por o Dimoni cucarell no té banyes ni cervell han azuzado al protagonista del Averno quien ha perseguido a los jóvenes y les ha dado algún que otro latigazo. Todo ello ha continuado hasta que, entrada la noche, la comitiva ha efectuado la espectacular bajada por la calle es Pujol y ya en una plaza -de nuevo abarrotada- han despedido la jornada con sus danzas. Ha sido la primera de las tres salidas de las fiestas patronales, la de día 15. Luego vendrán la de la Revetla día 23 y la del patrón, el Apóstol de la Higuera, el 24.

El dimoni de Montuïri. RF

Los motivos de la gran afluencia de personas han sido, en primer lugar, los deseos de participar en los festejos tras el ayuno de dos años. Este 2022, el Sant Bartomeu montuïrer ha tenido un elemento de difusión mayor ya que la imagen de los Cossiers ha aparecido en el sorteo de la ONCE de este 15 de agosto a través de cinco millones y medio de cupones. Otro factor que ha demostrado el elevado interés y pasión por la fiesta es la venta de mil trescientas camisetas de Sant Bartomeu. Está anunciada un reedición de trescientas camisetas para que puedan lucirse el día 23, sa Revetla.

 Durante los dos años de pandemia, los Cossiers no dejaron de bailar. Lo hicieron a través de streaming o ante público con restricciones o en el interior del templo el día de patrón.

Joan Mesquida, 20 aniversario como ‘dimoni’

Joan Mesquida Llinàs ha cumplido este 15 de agosto de 2022 su vigésimo aniversario como dimoni. Viene ejerciendo este personaje desde el 15 de agosto de 2002. Tenía 24 años. Anteriormente, había sido cossier desde 1994. En 2001, Juanjo López su predecesor, se retiró a los 42 años, contando 22 años de actuaciones. Mesquida, señaló en el mismo año de su debut «que el día 15 me desperté a las cinco y media de la mañana; no pude conciliar el sueño. Cuando me puse el traje, yo ya no era el mismo y estaba muy tenso. Cuando salí a la plaza y escuché los gritos de Banya Verda, Dimoni Cucarell, el Dimoni no fa por... la piel se me puso de gallina. Todo el mundo me estimulaba». Tras su primera salida, en 2002, reconoció que «aunque no lo parezca, el papel de dimoni resulta muy difícil de desempeñar; te presionan mucho...». Una de las anécdotas que acompañan a Joan Mesquida fue que el Dimoni en este debut de 2002 rompió la tradición. Se desentendió de la liturgia y entró en la iglesia y acompañó a los Cossiers en sus danzas típicas. La lluvia que cayó en Montuïri por la mañana obligó a que la actuación de los Cossiers en la plaza se realizase en el interior de templo parroquial. Incluso, es Mercansó, la danza de ritual hacia las autoridades civiles, fue efectuado en el templo en lugar de la casa consistorial como reza el ritual. ¿Cuál fue la sorpresa del Dimoni? Cuando cruzaba el pasillo central, al ver que una mujer mayor se levantó del banco, se dirigió hacia él y cogiéndolo del brazo con la intención de echarlo fuera le dijo textualmente: «Què fas? Tu no pots entrar aquí!». Nunca el Dimoni había entrado en la iglesia. «Los tiempos cambian», alguien comentó.