Deià prohibió ayer el uso del agua potable para el riego de jardines y llenado de piscinas, en tanto que la sequía empieza a pasar factura tras meses sin apenas precipitaciones en la Serra de Tramuntana.
El alcalde Lluís Apesteguia emitió un bando de urgencia en el que hace saber a la población que queda prohibido el uso del agua procedente de la red para regar los jardines, llenar piscinas así como limpiar coches, terrazas o fachadas.
Según explicó, la falta de agua viene propiciada por la disminución del caudal de la font del Molí y del pozo situado en Es Verger. Esta situación viene dándose desde hace más de un mes, cuando el Ayuntamiento tuvo que poner en marcha la operación de transporte de agua con camiones cisterna para garantizar el suministro a la población. Apesteguia señaló que si la situación adversa persiste en el tiempo, el «próximo paso será el de hacer cortes horarios en el suministro». No obstante, el primer edil señaló que la situación se da cada año por estas fechas, que coincide con la temporada alta de verano y de mayor población flotante del municipio, lo que a su vez genera mayor consumo de recursos hídricos procedentes de la red de abastecimiento municipal.
En el bando que emitió Apesteguia, el Ayuntamiento hace diversas recomendaciones para hacer un buen uso del agua potable, como el de evitar baños, reparar fugas, no fregar los platos con el grifo abierto o llenar el lavavajillas y la lavadora al máximo.
Sin apenas lluvias
La situación de sequía que se da en Deià también se registra en otros municipios de la Serra de Tramuntana, donde apenas ha llovido desde el noviembre del año pasado cuando un temporal de lluvias dejó más de 400 litros por metro cuadrado. Desde entonces los registros son mínimos. A pesar de ello, la unidad de demanda de la Serra de Tramuntana todavía no ha entrado en fase de prealerta por sequía, según los datos que dio a conocer la conselleria de Medi Ambient el pasado sábado.
El bando municipal del alcalde Lluís Apesteguia como consecuencia de la sequía.
