Puro sentimiento. Pollença ha recuperado su Patrona tras el parón obligado por la pandemia. Así, tres años después pollencins y pollencines han vuelto a vivir el simulacro de los moros y cristianos, una fecha clave en la vida de la localidad ya que rememora la invasión corsaria y posterior victoria local del 30 de mayo de 1550. Miles de cristianos han tomado las calles ataviados con la tradicional vestimenta blanca mientras que los piratas turcos han lucido sus coloridas ropas para vibrar con la gran batalla que, sin duda, ha regresado por todo lo alto. 

Como ya ocurrió en 2019, este año el batallón femenino ha vuelto a combatir en las filas cristianas. Hace tres años que Pollença incorporó por primera vez a la lucha a las cristianas con la finalidad de recuperar aquello que se conservaba por escrito sobre el simulacro más antiguo que se conoce, el de 1859, en que las féminas ya participaban activamente en la batalla. 

Uno de los momentos más esperados de la intensa jornada pollencina se ha vivido a las siete de la tarde. En la calle Major se ha hecho el silencio cuando Joan Mas, encarnado este año por Salvador Esquinas, ha saltado por la ventana para encararse en la primera escaramuza con Dragut, interpretado por Pep Vives. Se han cruzado las espadas y el líder cristiano ha alzado la voz para gritar: «Mare de Déu dels Àngels, assistiu-mos! Pollencins, aixecau-vos, que els pirates ja són aquí».

Acto seguido ha cesado el silencio y ha estallado la batalla cuando los amigos del Joan Mas de este año han deshecho la barrera. Así los gritos de lucha se han apoderado de la calle Major con miles de cristianos dispuestos a derrotar a las tropas turcas.

Otro de los puntos claves del simulacro de moros y cristianos ha sido la Plaça de Sant Jordi. El estruendo de los disparos de las armas históricas ha puesto en alerta a los espectadores congregados para seguir el simulacro, un simulacro que en esta edición, tal y como sucedió en el Firó de Sóller, no ha podido contar con la presencia de escopetas, prohibidas en las fiestas populares tras una modificación de la normativa. 

En la Plaza de Sant Jordi, el bando pirata ha ido retrocediendo ante el empuje apasionado de los defensores locales, ayudados por el batallón femenino que antes de incorporarse a la lucha ha coreado en varias ocasiones «sí, sí, sí, les dones son aquí».  

La fuerza exhibida por las milicias populares ha obligado a las tropas corsarias a retroceder hasta el campo de fútbol, donde la tradición ubica el combate definitivo.

Sin ninguna duda este 2 de agosto ha sido un día especial para todos los pollencins y pollencines, sobre todo porque llevan desde 2019 sin vivir su gran día de la Patrona. Igual de especial o más ha vivido esta festividad el alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, que ya que ha vivido esta celebración en su última semana como primer edil ya que el sábado cede la vara de mando a su socio Andrés Nevado. Así, la Patrona 2022 ha finalizado con el Tedèum de mossèn Moquel Tortell en acción de gracias y el cántico de los Goigs de Costa i Llobera. El colofón de la jornada ha sido en la Plaça Major con la interpretación de l’Alborada y el Visca Pollença de la Banda de Música de Pollença.

La Patrona 2022 se ha vivido con intensidad tras el parón de la pandemia. Así la fiesta ha arrancado a las cinco de la madrugada con l'Alborada. Ya entrada la mañana se ha celebrado la misa en honor a la Mare de Déu dels Àngels que ha contado con el Ball de l'Oferta de los Cossiers, que también han danzado en la plaza Major. El acto institucional ha tenido lugar en la iglesia de Monti-sion, donde se han entregado las distinciones de la Patrona 2022. Los galardonados han sido la Associació Juvenil ONIT y la cultura popular de Pollença. En este caso se ha reconocido la labor de Antoni Palou, conocido como Toni Gall, Antònia Mas de can Real, Antoni Bisanyes y el colaborador de este periódico Felip Munar. También se ha reconocido la labor de la Agrupación de Camioners de Pollença por su 50 aniversario y por mantener la festa de Sant Cristòfol.

La jornada se ha retomado por la tarde con un pasacalles de la Tropa de Cornetes i Tambors del Soldà y la procesión con la antigua imagen de la Patrona. En estos momentos los nervios ya estaban a flor de piel. Y es que pollencins y pollencines estaban pendientes del reloj porque a las 19 horas empezaba el simulacro tan esperado tras tres años sin poderlo celebrar.