El Carro Triomfal recorrió anoche las principales calles de Valldemossa, entroncando con una tradición que se remonta a principios del siglo veinte, concretamente a 1903, cuando una niña valldemossina de 6 años llamada Catalina Sureda representó a la Beateta. Ayer, la protagonista de encarnarla fue Martina Janer Balle, a quien acompañaron, como marca la tradición, los carretons de payeses y payesas. La Banda de Música de Montuïri, los Xeremiers de sa Garriga y la Escola de Música de Valldemossa dieron el toque musical al recorrido. El protagonismo recayó también en la cort d’angelets, que estuvo formada por Olivia Bernat Coll, Xim Timoner Mas, Oliver Boza Estaràs, Lucas Dos Santos Makhovytsky, Claudia Pons Planas, Alma Reynés Morey, Nina Elisa Burwitz Misselbeck, Quim Janer Balle, Biel Bauzà Calafat y Àfrica Calafat Roldan. Esta jornada festiva para Valldemossa empezó por la mañana, con el desfile de la Beateta, la cort d’angelets, la Hereva y las damas de honor. Con el acompañamiento de autoridades y de la banda de música iniciaron el recorrido desde el Ayuntamiento hasta la iglesia de Sant Bartomeu donde asistieron a la misa en honor a Santa Catalina Thomàs. Para salvaguardar la idiosincrasia de las fiestas, el Consistorio difundió en el programa festivo una serie de recomendaciones que recalcan la «importancia de vestir de payés o payesa». «Es una tradición en la que hace falta ir correctamente vestido. Los vestidos tradicionales no son un disfraz utilizado para ambientar de payés las fiestas de un pueblo», sostuvo.