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Crisis municipal

Tres de los cinco ediles del gobierno local de Búger dimiten por diferencias con el alcalde

Los dimisionarios, que habían abandonado el PSOE hace un año, dejan en minoría al independiente Pere Torrens y a la concejal del PP Coloma Capó

Imagen del pleno celebrado en Búger en mayo de 2021, cuando se incorporó una edil popular al equipo de gobierno. J. Frau

Nueva crisis política en el equipo de gobierno del ayuntamiento de Búger. Tres de los cinco regidores que conforman el equipo de gobierno, integrado por cuatro ediles no adscritos que abandonaron el PSOE hace poco más de un año y una regidora del PP, han renunciado a todos sus cargos ejecutivos por discrepancias con el alcalde independiente Pere Torrens, aunque no entregarán el acta de concejal y permanecerán en la corporación municipal para integrar el grupo mixto. Torrens calificó este martes de «precipitada» la marcha de sus tres compañeros.

De esta forma, el equipo de gobierno queda integrado únicamente por el alcalde Torrens y la regidora del PP Coloma Capó, cuya entrada en el gobierno local en mayo del pasado año provocó un terremoto político en las filas del PSOE mallorquín, que no aceptó que los cuatro concejales socialistas (aunque el alcalde encabezó la lista electoral del PSOE como independiente) incorporasen a la citada edil popular para lograr la mayoría en el pleno. La polémica se zanjó con la renuncia de los cuatro ediles a las siglas del PSOE, partido que a su vez ya había iniciado los expedientes para su expulsión.

Sin embargo, esta curiosa alianza entre los ediles exsocialistas y una representante del PP ha durado un año y dos meses. Los regidores Rafel Capó (exalcalde por el PSOE), Lluís Matias y Marc Bernal, que concurrieron a las elecciones ocupando los puestos 2,3 y 4 en las listas socialistas han renunciado a sus cargos y pasarán a la oposición junto a los tres representantes de Més y un concejal del PP, ya que la otra representante de este partido, que consiguió dos ediles en las pasadas elecciones municipales, forma parte del equipo de gobierno.

El propio Rafel Capó ha confirmado que este martes ha registrado en el Ayuntamiento la renuncia al cargo de primer teniente de alcalde y asegura que la decisión ha sido consensuada entre los tres regidores dimisionarios. Capó no quiso explicar el motivo real de la ruptura con Torrens, aunque señaló que está relacionada con una «reestructuración orgánica» que quería llevar a cabo el alcalde y de la que los ediles no compartían «algunos aspectos». El ya exteniente de alcalde aseguró que su marcha no tiene nada que ver con la pasada incorporación de la regidora popular al equipo de gobierno, una decisión que Capó no discute.

Por su parte, el alcalde Pere Torrens tampoco quiso entrar en los detalles de las discrepancias que han provocado la dimisión de sus regidores, aunque no ocultó su malestar por esta situación. «Es cierto que hubo una discrepancia, pero ellos se han precipitado mucho a la hora de abandonar los cargos; es una decisión precipitada que se podría haber hablado, que quede claro que yo no les he cesado», señaló. El alcalde añadió que su intención era la de «dar más agilidad a las decisiones del equipo de gobierno» a solo diez meses de las elecciones.

Respecto a la situación de minoría en la que ahora queda el gobierno local, Torrens indicó que tiene el «compromiso» de los dimisionarios de apoyar las decisiones más importantes para no paralizar la gestión municipal. La junta de gobierno se disolverá, ya que «no es obligatoria en un pueblo pequeño», y el alcalde deberá tomar decisiones recurriendo a la vía del decreto.

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