El ayuntamiento de Inca está recopilando informes sobre los graves daños causados en las instalaciones deportivas del polideportivo municipal Mateu Cañellas como consecuencia del multitudinario festival de reggaeton del pasado fin de semana. Un celador municipal ya ha valorado de forma parcial los desperfectos y el Consistorio espera contar esta misma semana con los informes para pasar el listado de facturas a la promotora del concierto. Fuentes municipales han explicado este miércoles que todavía no se ha calculado la cantidad económica global que deberá pagar la empresa.
En este sentido, el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana y Movilidad, Sebastià Oriol, explica que hay un «acuerdo» con la empresa promotora «respecto a las cláusulas pactadas previamente a nivel contractual». Tanto la institución municipal como los organizadores tienen un «pacto escrito» que no está abierto a «discusiones ni interpretaciones». «Ellos han reconocido en todo momento que deben correr con los gastos, y así está firmado», señala Oriol.
Operarios municipales seguían este miércoles sobre el terreno para limpiar las instalaciones deportivas con el objetivo de recuperar la normalidad lo más rápido posible, aunque el Ayuntamiento es consciente de que restablecer todos los elementos dañados, y especialmente la pista de atletismo, que ha quedado totalmente inutilizable, llevará tiempo.
El regidor lamenta el «mal uso» de las instalaciones por parte de la empresa promotora del festival, a la que acusa de «no haber cuidado más la logística para hacer el montaje y el desmontaje sobre nuestras instalaciones».
«Es una pena para nosotros, estamos dolidos con la empresa porque hubiese sido un gran éxito de festival», añade Sebastià Oriol, que, por otra parte, valora la parte positiva de que acudieran «miles de personas» a Inca, al menos 3.000 de ellas de fuera de la isla, que «no causaron incidentes significativos».
