La denominada ‘playa artificial’ del Port de Sóller permanece cerrada desde el pasado fin de semana después de registrarse varios desprendimientos de piedras de grandes dimensiones.

La Policía Local acordonó la zona para evitar que los bañistas accedan a la zona, predominada por grandes rocas y un acantilado. Desde el ayuntamiento de Sóller explicaron que la presencia de cabras en la zona podría haber propiciado la caída de rocas hacia el mar.

Presencia de cabras

Concretamente, se da la circunstancia de que la zona de peñascos en torno a la ‘playa artificial’ está poblada por numerosas cabras asilvestradas, que durante los meses de verano descienden de las montañas en busca de alimento y agua por las altas temperaturas.

El aseguramiento de la zona corresponde a Demarcación de Costas en Balears.

En este sentido, está previsto que técnicos del Instituto Geológico Minero de España (IGME) visiten la zona para evaluar el estado de este espacio litoral, y su peligrosidad, para establecer así las medidas correctoras para reducir el peligro.

La ‘playa artificial’ es una zona de rocas que se encuentra fuera de la zona urbana del Port de Sóller. En este punto del litoral no hay la presencia de un servicio de socorrismo.

La ‘playa artificial’ se trata de una zona aislada de difícil acceso próximo al Racó de s’Argentera.

Esta zona se creó en la primera mitad del siglo pasado cuando se procedió a dinamitar una parte del acantilado con el objetivo de crear una escollera de rocas que evitara el efecto rebote que producen las olas hasta el interior de la bahía.